El 24 de febrero de 1955 nació el CEO y cofundador de Apple, Steve Jobs, por lo que hoy estaría cumpliendo 66 años de edad. El creador de la famosa empresa y considerado como uno de los grandes inventores del siglo, perdió la vida en octubre del 2011 y meses atrás ya había dejado su trabajo para centrarse en su recuperación, sin embargo no logró vencer al cáncer de páncreas que le fue descubierto en el 2004.
La fundación de Apple data de 1976, momento en que Steve Jobs hizo oficial la compañía junto a Steve Wozniak y el desconocido Ronald Wayne. En 1985 se vio obligado a marcharse para regresar en 1997 y a lo largo de ese tiempo han sido muchísimos los productos que ha dejado, con más o menos éxito, pero siempre con el afán de revolucionar el mundo como decía incansablemente a aquellos que le rodeaban.
Existen varias versiones sobre la creación del primer ordenador de Apple, pues varias teorías aseguran que Steve Wozniak fue el creador. Aunque no le sobran méritos a Wozniak, la historia dice que la idea de mostrarlo al mundo y comenzar a comercializarlo fue de Jobs, quien en buena parte empezó a ganarse el adjetivo de visionario.
El primer ordenador, denominado Apple I, se considera como uno de los primeros ordenadores personales, el cual estaba enfocado al entorno empresarial e industrial, con grandes armatostes que solo los ingenieros cualificados eran capaces de manejar. Tuvo que ser vendido con técnicas de puerta a puerta, ya que su presentación oficial en el Howebrew Computer Club en 1976 no acabó de salir del todo bien.
Otro producto icónico, mas no exitoso, fue el proyecto que impulsó Macintosh, pues su abultado precio hizo que las ventas no fueran lo suficientes como para tapar el monto de gasto que había supuesto a Apple desarrollar el ordenador, lo que crispó todavía más la relación de Jobs con la junta de accionistas haciendo que en 1985 tuviese que abandonar su propia compañía.
Una de las novedades importantes del Macintosh original fue que mostraba en pantalla el tipo de letra elegido para el texto. Hasta entonces en las pantallas de los ordenadores se dibujaba solo un tipo de letra como el de las máquinas de escribir. Fue una empeño personal de Steve Jobs que el primer Mac tuviera esa capacidad de visualizar distintas tipografías.
Aunque no fue el inventor de este artefacto, Steve Jobs se empeñó en perfeccionar el famoso “ratón” de las computadoras. Posteriormente, Jobs volvió a revolucionar la industria electrónica con el anuncio del iMac (1998), el iPod (2001) y el iPad (2010), los cuales los fue perfeccionando año tras año.
Una de sus más grandes obras fue, sin duda, el invento del iPhone. Este proyecto fue quizás la obra tecnológica que encumbró definitivamente al presidente de Apple en 2007.
El iPhone integró funciones de otros dispositivos móviles como reproductores MP3, GPS o incluso cámaras, a los que casi barrió del mercado. La clave de poder integrar todas esas capacidades en un sencillo terminal fue reinventar el sistema operativo, de nuevo juntando piezas que ya existían: iconos, pantallas táctiles y control por gestos (como usar dos dedos para ampliar o reducir una foto en el iPhone, o el de deslizar la pantalla para desbloquear el teléfono).
A pesar de que muchas personas cuestionan al cofundador de Apple, no hay duda alguna de que Steve Jobs revolucionó la industria electrónica con todos estos inventos.
Con información de LaManzanaMordida
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