Frida Kahlo tomó relevancia mundial después de dos décadas tras su fallecimiento, durante los años 70 mientras Estados Unidos y Europa retomaban su imagen, gracias a varios elementos que transmitían sus obras, sobre todo el sufrimiento reflejado en sus cuadros.
Su muerte llegó a mitad del siglo, en 1954 y en los 70's surgió su despertar frente al mundo y renaciendo como todo un fenómeno que además se vio relacionado con un movimiento feminista que se desplegó internacionalmente en esta época.
Las características únicas de sus cuadros, le dieron un estilo que era fácilmente reconocible en cualquier parte, entre la carga emocional, los colores, el toque mexicano y la creatividad que envolvía a estas representaciones de sí misma, la convirtieron en una artista reconocida no sólo por su pintura, sino también por su trágica historia.
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Su propia persona y excentricidad también hicieron que el mundo volteara a verla, pues el hecho de haberse casado con un hombre 20 años mayor que ella, su manera de vestir con elementos folclóricos de su país, resaltando la cultura mexicana, sus cejas sin depilar, entre una gran cantidad de historias sobre ciertas partes de su vida, la hicieron un ícono que incluso al día de hoy, muchas personas admiran y quieren imitar.
Por otra parte, una de las piezas clave de la fama de Frida Khalo, sin duda fue su esposo Diego Rivera, quien también era uno de los artistas más reconocidos y al acompañarlo en sus viajes regulares hacia los Estados Unidos a una edad muy temprana, comenzó a darse a conocer, incluso antes de pensar en que se volvería toda una leyenda en la historia del arte y de México.
MA