Con cuatro Premios Óscar, Alejandro González Iñárritu se ha convertido en el más importante de los productores mexicanos y ha sabido colocar a la muerte como un ingrediente en sus películas, ya que a decir del mismo cineasta el temas es muy mexicano.
Hablar de la Trilogía de la Muerte de Iñárritu es necesario mencionar a tres películas: Amores Perros 2000, 21 Gramos 2003 y Babel 2006, las cuales tienen el tema de la muerte como centro del desarrollo de la historia. En la primera, la cual es protagonizada por Gael García Bernal aborda el tema de una historia urbana a base del fratricidio, es decir, el delito que consiste en matar a un hermano.
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En su época la cinta fue reconocida, hubieron comentarios favorables, aunque esta muestra algunos excesos como el tiempo, ya que duró más de dos horas y media y la cantidad de historias entrecruzadas, tal y como ocurre con Babel, mientras que en 21 Gramos se vuelve a plantear el asesinato hacia un hermano.
Sin embargo, es esta última quien hace referencia al tema de la muertes, con preguntas bases que hacen reflexionar a más de uno:
“¿Cuántas vidas vivimos? ¿Cuántas veces morimos? Dicen que perdemos 21 gramos en el momento exacto de la muerte. ¿Cuánto cabe en 21 gramos? ¿Cuánto se pierde?¿Cuándo perdemos en 21 gramos? ¿Cuánto se van con ellos?¿Cuánto pesan? ¿Cuándo se gana? 21 gramos. El peso de 5 centavos. El peso de un colibrí, de una chocolatina. ¿Cuánto pesan 21 gramos?”.
Es decir, se hace una referencia al peso del alma, lo cual parece pequeño, diminuto quizá al lado de lo que puede ser la vida.
Lo cierto es que en las tres películas se recurre al recurso del tiempo fragmentada, con una relación entre pasado-presente, pero también en lo planeado y la fortuito.
Con información de Tanius Karam, UNAM
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JG