Tinder o aplicaciones similares cuyo fin esconocer gente nueva han ido ganando terreno en los últimos años. De hecho, es una de las formas más populares para encontrar pareja.
Sin embargo, la búsqueda de relaciones a través de estas aplicaciones pueden genera muchos problemas.
Ante este esenario, es importante conocer los peligros que implica ‘ligar en la red:
Fraude económico
Se trata de una de las prácticas más comunes por la red, donde los ciberdelincuentes establecen identidades falsas y usan técnicas con las que intentan conseguir un beneficio, generalmente económico.
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En estos casos, una vez que el ciberdelincuente ha establecido una relación de confianza con la víctima y ésta le ha enviado información sensible, el estafador comienza pidiendo pequeñas cantidades económicas bajo cualquier pretexto, que con el tiempo, y a medida que se afiance dicha relación, se pide más y más.
Sextorsión
Practicar sexting - enviar a través del teléfono móvil u otro dispositivo con cámara, fotografías o vídeos producidos por uno mismo con connotación sexual - puede ser usado en contra de la persona que envía el material para extorsionar o dañar la reputación.
Datos falsos
Estas Apps no ofrecen una información clara y transparente a los usuarios de que sus datos se compartirán con terceros que no son proveedores de servicios en el marco del consentimiento otorgado para usar la aplicación.
No existe ningún método para que los usuarios ajusten o configuren dentro de la aplicación los datos que se comparten con terceros.
Tampoco se informa de manera clara que al dar el consentimiento para el tratamiento de sus datos, estos datos se comparten con terceros que los usarán para elaborar perfiles de usuarios, para hacerles llegar publicidad personaliza a su perfil.
Datos personales
Tinder y otras aplicaciones no solo se quedan con los datos personales que debemos facilitar para registrarnos en la aplicación, también recopila otros como nuestra ubicación, los likes que damos en Facebook o los amigos que tenemos en la red social, los enlaces a fotos de Instagram, los chats que mantenemos en la aplicación con otros usuarios con los que se ha conectado, etc.
Además, todos estos datos los pueden usar con fines publicitarios, tal y como establece en su política de privacidad. Con esta afirmación y la gran cantidad de datos personales que puede recoger, desde luego nos hace pensar que debemos tener cuidado en nuestras comunicaciones a través de la aplicación.
Acoso
Usando Google se puede llegar a nuestros perfiles en Facebook o Instagram y si están públicos y además compartimos varios datos personales, como la ciudad donde vivimos o dónde trabajamos, un acosador podría estar más cerca de nosotros de lo que nos gustaría y pasar del ciberacoso al acoso en la vida real tan solo lleva un paso.
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jram