Todo parece indicar que la separación entre Shakira y Gerard Piqué no ha sido del todo amistosa, ya que a pesar de que se han esforzado en ponerse de acuerdo por el bien de sus dos hijos, no han podido lograrlo.
Lo más complicado para la expareja ha sido llegar a un acuerdo legal sobre la custodia de sus hijos. Luego de que la cantante viajara a Miami, donde tiene planes de vivir, regresó a Barcelona para que Shasha y Milan puedan pasar tiempo también con su padre.
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Tal y como han apuntado fuentes cercanas, sus abogados mantienen un tenso tira y afloja en lo que respecta a los dos hijos de la pareja de 9 y 7 años, que como lo mencionaron en el comunicado son su máxima prioridad en estos complicados momentos.
Aunque parece que la relación entre los famosos es del todo menos amistosa. Tanto es así que el futbolista ni siquiera entra ya en el domicilio familiar y, cada vez que va a recoger a los pequeños, tiene que esperar en la puerta como si se tratara de un desconocido.
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De acuerdo con Europa Press, Piqué fue visto muy serio, llegando a la que un día fue su casa y esperó pacientemente en la puerta a que saliesen los pequeños, cuando antes entraba en el garaje del domicilio para evitar ser captado por la prensa.
Diez minutos en los que el defensa aprovechó para sacar una bolsa del maletero de su vehículo antes de reencontrarse con Milan y Sasha y cargar hasta su coche una enorme maleta y que alguien le entregó en la puerta de la mansión en la que reside Shakira.
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AR