Khim Hang es una mujer de 76 años de la provincia de Kratie, Camboya, que sufrió la muerte de su esposo hace unos meses, pero hoy, encontró consuelo de una manera muy inusual: casándose con una vaca.
Hang se convenció de que la vaca era la reencarnación de su esposo, Tol Khut, quien murió un año antes. La primera vez que vio a la vaca, le lamió el pelo y el cuello, le dio un beso y luego la siguió escaleras arriba.
"Creo que el ternero es mi marido porque todo lo que hace es exactamente igual a lo que hacía mi marido cuando estaba vivo", dijo Hang a la agencia Reuters, que reportó el extraño caso.
Tras este primer contacto, la "pareja" se casó poco después. Ahora Hang cuida a la vaca dentro de su casa, donde la baña y la pone a dormir en almohadas que solía usar su esposo.
El hijo de Hang dijo que también puede sentir el espíritu de su padre en el animal, por lo que permite el excéntrico comportamiento de su madre.
De cualquier modo, ella ya prohibió a sus hijos que vendan o maltraten a la vaca después de su muerte. Al contrario, les pidió cuidar de ella hasta que fallezca de causas naturales.
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LG