Si bienlos perros y los gatos son los animales de apoyo emocional más comunes, existen casos inusuales en los que las personas encuentran consuelo en compañeros menos convencionales, como los emús.
Nicholas Olenik, un residente de Kempsville en Virginia Beach, Virginia, experimentó una serie de tragedias personales cuando perdió a su hermano y a su padre en un lapso de dos años. Esta trágica pérdida lo sumió en una profunda depresión y dolor, y buscaba desesperadamente algo que pudiera ayudarlo a superar su sufrimiento.
Fue entonces cuando Olenik descubrió un inusual animal de apoyo emocional: un emú. Aunque esta ave de gran tamaño no es típicamente considerada como un animal de apoyo emocional, un psicoterapeuta local le recomendó a Olenik que considerara criar un emú para ayudar en su proceso de curación.
Olenik crió a su emú, a quien llamó Nimbus, desde que era un polluelo. La presencia de Nimbus en su hogar y en su vida tuvo un impacto profundo en su salud mental y bienestar. Olenik afirma que su emú le devolvió la vida y le dio una razón para levantarse por las mañanas.
La relación entre Olenik y Nimbus era única y especial. Nimbus se convirtió en su compañera constante, brindándole consuelo, calma y compañía en los momentos de tristeza y depresión. Olenik describe cómo Nimbus se acurrucaba con él y le daba una sensación de conexión y propósito. Cuidar de Nimbus se convirtió en una forma de terapia y en una oportunidad para Olenik de centrarse en algo más allá de sí mismo.
Los desafíos legales
A pesar de los beneficios que Olenik encontró en la compañía de su emú Nimbus, surgieron desafíos legales cuando un vecino denunció la presencia del ave en su propiedad. Las autoridades de la ciudad consideraron que tener un emú en un entorno suburbano era inadecuado y citaron a Olenik por violar el código de la ciudad.
La Asociación Estadounidense de Emús también ha expresado su desaprobación sobre tener emús como mascotas de apoyo emocional. Según la asociación, los emús no son adecuados para vivir en entornos suburbanos y no deben considerarse animales de apoyo emocional o de terapia.
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