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LA PAZ, Bolivia, 22 de octubre (EFE/AP).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, se reunió este martes con miembros de delegaciones diplomáticas y organismos internacionales, tras las advertencias desde la comunidad internacional sobre la fiabilidad del proceso electoral en el país a raíz de las denuncias de un supuesto fraude.

La reunión fue convocada en la Casa del Pueblo, sede de Gobierno en La Paz, y participaron el mandatario boliviano, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el ministro de Relaciones Exteriores, Diego Pary, entre otros miembros de su Gobierno.

Entre la decena de diplomáticos que participaron en la reunión estaba presente el representante en Bolivia de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Thierry Rostan, el jefe adjunto de la delegación de la Unión Europea (UE), Jorg Schreiber, y un representante de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“Hagan auditoría, no tengo nada que ocultar, no necesitamos la ayuda de nadie”, expresó el presidente Morales en la junta con los diplomáticos.

La reunión se extendió hasta mediodía hora local y al finalizar el jefe de la delegación de la UE leyó un comunicado.

“Es vital garantizar la credibilidad del proceso electoral, asegurar la confianza de los votantes y respetar la voluntad del pueblo boliviano, los reciente incidentes deben ser investigados”, manifestó Schreiber.

La noche del lunes se desataron altercados en ciudades como La Paz, Cochabamba, Oruro, y Sucre, la capital de Bolivia, por un giro drástico en los resultados preliminares de la votación en los comicios generales, aún no oficiales.

Los datos preliminares al 98 por ciento daban la virtual victoria a Morales en primera vuelta, cuando el domingo el recuento del órgano electoral a más del 82 por ciento daba cuenta de una posible segunda vuelta entre Morales y el principal candidato opositor, Carlos Mesa de la alianza Comunidad Ciudadana.

El recuento se centraliza en La Paz, donde el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia instaló en un céntrico hotel la base para contabilizar los votos, en medio de protestas en el exterior.

El Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) llamó a un cabildo nacional para esta semana como una medida de “resistencia civil” ante un posible fraude electoral.

La Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a sindicatos de obreros, campesinos, indígenas y cocaleros afines a Morales, llamó a una “marcha pacífica” para este miércoles en “rechazo a las actitudes antidemocráticas de la oposición”.

El lunes la OEA expresó su preocupación y sorpresa por el cambio en la tendencia de los resultados electorales.

El canciller boliviano, Diego Pary, garantizó este martes a la prensa que el Gobierno aceptará el resultado de las elecciones “sea cual sea”.

El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia destacó que se invitó a que supervisen en el lugar del recuento el cómputo de votos a embajadas, como la de Estados Unidos, y organismos internacionales, como OEA y la Unión Europea (UE), que reclaman transparencia en el cómputo.

Derriban estatua de Chávez

Manifestantes contrarios al presidente boliviano Evo Morales derribaron la estatua del difunto mandatario venezolano Hugo Chávez en una ciudad al noreste del país.

Decenas de manifestantes protestaron el lunes en la noche en la ciudad amazónica de Riberalta y en otras de Bolivia para reclamar que se respete el resultado de las elecciones del domingo.