LOS ANGELES, EE.UU., 29 de octubre (EFE/AFP).- Cientos de miles de personas han sido evacuadas en California, Estados Unidos, por los incendios que han quemado más de 30,000 hectáreas.
Autoridades locales advirtieron este martes de que los más de 10,000 residentes de la exclusiva zona de Los Ángeles afectada por el bautizado como incendio “Getty”, de momento no podrán regresar a sus casas.
En una rueda de prensa, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo que “pese a que el humo no se ve en las mismas cantidades que ayer, la orden de evacuaciones se mantiene”.
Las evacuaciones continúan por los fuertes vientos que se esperaban para la noche, de hasta 112 kilómetros por hora, y que podrían avivar el fuego.
La emergencia para el Norte de California es aún mayor, donde las autoridades informaron de que otro incendio, el fuego “Kincade”, ya ha consumido 30,519 hectáreas y ha destruido 123 estructuras, incluidas 53 casas.
Residentes de ciudades enteras como Geyserville, Windsor y Healdsburg llenaron los decenas de refugios instalados desde Petaluma hasta la urbe de San Francisco.
El martes en la mañana las ordenes de evacuación se extendieron al condado Lake, e incluyen la zona recreativa del Casino Twin Pine.
A los incendios se suman los apagones programados por las compañías de energía para evitar que cables derrumbados o equipos eléctricos puedan causar nuevos focos de fuego, que este martes afectarán al menos 1,8 millones de personas en el norte del estado.
Vientos y cortes
El jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Ralph Terrazas, explicó que están especialmente preocupados por las rachas de vientos –de más de 100 km/h-, que pueden lanzar las brasas ardiendo a kilómetros de distancia originando nuevos focos de fuego.
El gobernador de ese estado, Gavin Newsom, aseguró en una entrevista a la emisora de radio pública NPR que los bomberos han respondido a 330 focos de fuego en los últimos días.
La compañía eléctrica Pacific Gas & Electric (PG&E) anunció hoy el tercer corte de energía programado en menos de un mes para el norte de California.
Esta nueva ronda de cortes afectará a alrededor de 1,8 millones de personas en casi 30 condados del Norte del estado: Entre los afectados se encuentran las áreas de Sonoma, Napa y Lake.
La compañía Edison, que surte de servicio al sur de California, evalúa cortar la corriente a más de 350,000 clientes.
Miles de bomberos
Los bomberos en California apresuraban el martes sus esfuerzos para contener los incendios que azotan el estado, antes de que una nueva ola de fuertes vientos de hasta 100 km/h golpee la región y avive muy probablemente el fuego.
Miles de efectivos combaten sin descanso varios focos en el Norte y el Sur, aprovechando antes de que cambien las condiciones climáticas al caer la noche.
“Podemos anunciar que hemos avanzado y que el fuego está contenido en un 15%”, dijo el alcalde Eric Garcetti en una rueda de prensa. “Estamos 100% seguros que no se expandirá más en terreno”.
“No tenemos una llama viva ahora mismo (...), pero, y es un gran pero, tenemos la situación de vientos más importante del año en Los Ángeles” con ráfagas de entre 80 y 96 km/h.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de vientos tanto en el norte como en el sur de California, que combinados con la baja humedad es el cóctel ideal para alimentar el fuego.
“Solo se necesita una brasa en el viento para comenzar otro incendio”, dijo el jefe de bomberos de Los Ángeles, Ralph Terrazas, al frente de un equipo de 1,165 efectivos con 170 camiones y 11 helicópteros.
“Toda mi vida
se perdió ahí”
Unas 180,000 personas fueron obligadas a abandonar sus casas en la región de Sonoma, donde el gobernador Gavin Newsom declaró estado de emergencia. Las autoridades esperan nuevas evacuaciones por este fenómeno de viento, que debe durar 24 horas, y puede empujar el fuego hacia el Oeste.
Wade Hoefer, un artista plástico de 71 años, vio su vida convertida en cenizas luego que el Kincade arrasara con una bodega de vino donde tenía su estudio y residencia.
“Toda mi vida se perdió ahí”, dijo apuntando con la mano temblorosa la montaña de escombros. “Solo me queda la ropa que llevo puesta”.