Internacional

La larga caza de Bagdadi

WASHINGTON, 29 Oct 2019 (AFP) - La operación para matar al líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) tomó meses de trabajo de inteligencia, requirió el robo de su ropa interior y terminó cuando uno de los hombres más buscados del mundo se inmoló.

La caza de Abu Bakr al Bagdadi, el jefe del grupo extremista que desató una violencia feroz contra civiles en todo Medio Oriente y más allá, ha sido una de las principales prioridades de los países occidentales, pero se vio complicada por las divisiones en Siria, devastada por la guerra.

Las fuerzas especiales de Estados Unidos que encabezaron la redada el fin de semana se basaron en datos de inteligencia de combatientes kurdos, quienes solo unas semanas antes fueron abandonados por el presidente Donald Trump y obligados a dejar sus posiciones mientras Turquía intenta aplastarlos por sus vínculos con separatistas turcos.

Polat Can, asesor principal de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lideradas por los kurdos, dijo que los combatientes se unieron a la CIA el 15 de mayo después de que Bagdadi fuera visto en la provincia siria de Idlib.

“Nuestra propia fuente, que había podido comunicarse con Bagdadi, trajo la ropa interior de Bagdadi para realizar una prueba de ADN y asegurarse (100%) de que la persona en cuestión era el propio Bagdadi”, escribió Can en Twitter.

Los combatientes se acercaron a un asesor de seguridad en el círculo íntimo de Bagdadi que les proporcionó detalles de la configuración de su hogar, como planos de la planta, túneles y número de guardias.

El informante robó la ropa interior de Bagdadi hace tres meses y luego obtuvo una muestra de sangre, informó NBC News.

Estados Unidos tenía muestras de ADN en el archivo de Bagdadi, un sunita iraquí que había sido detenido por las fuerzas estadounidenses en 2004 en la ciudad de Faluya antes de ascender al mando del EI.