PARIS, Francia, 21 de noviembre (EFE).- La economía global está empantanada en un crecimiento de solo el 2,9% este año -el más reducido desde la crisis-, continuará a ese mismo nivel en 2020 y pasará al 3% en 2021, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que hace un llamamiento a reducir la incertidumbre, la principal responsable de esa situación.
En su informe de perspectivas publicado este jueves, la OCDE rebaja una décima respecto a sus previsiones intermedias del pasado septiembre su cálculo para 2020, que se queda de nuevo en el 2,9%, lejos del 3,5% que esperaba hace un año.
Pero, sobre todo, se inquieta porque ese deterioro de las expectativas continúa y seguirá si no hay una reacción a los cambios que están detrás, que no son cíclicos sino estructurales.
La ausencia de una dirección para hacer frente al cambio climático, ahora que se hace evidente la multiplicación de fenómenos meteorológicos extremos, mientras los planes para adaptarse o para sustituir los combustibles fósiles siguen siendo precarios, y aparece de lleno como una amenaza, en primer lugar para la inversión.
La economista jefe del organismo, Laurence Boone, identifica los cuatro factores fundamentales que han llegado para quedarse: el cambio climático, la digitalización, las barreras comerciales y la inestabilidad geopolítica. Si no se encaran, dice, continuarán amputando las perspectivas.
Bonne dijo que los gobiernos tienen que actuar rápido, fijar una dirección en el precio por las emisiones de dióxido de carbono (CO2), establecer regulaciones medioambientales y hacer las inversiones públicas necesarias que marquen el camino y que las empresas actúen en consecuencia para reactivar el crecimiento y el empleo.
La digitalización es otro de los grandes retos, e igualmente una gran oportunidad, que está transformando el sistema financiero, la actividad de las empresas y las cadenas de valor. Pero sólo una pequeña parte de las compañías han conseguido aprovechar su potencial en términos de productividad.
“Ralentización sincronizada”
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que la economía global se enfrenta a una “ralentización sincronizada” íntimamente relacionada con factores como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, al tiempo que alertó de que esa situación planteará “retos a largo plazo”.
Esta fue una de las conclusiones de la reunión “1+6” celebrada hoy en Pekín, en la que las autoridades chinas -representadas por el primer ministro, Li Keqiang,- debatieron con los líderes de las principales instituciones económicas internacionales.
La nueva directora gerente del FMI, la búlgara Kristalina Georgieva, indicó en una intervención ante los medios posterior al encuentro que las pérdidas estimadas para la economía global por la guerra comercial ascenderán a 700,000 millones de dólares hasta 2020, el 0,8% del PIB mundial: “Debemos movernos de una tregua comercial (entre China y Estados Unidos) a una paz comercial”, exhortó.
“Cuando la economía se ralentiza, afecta a todo el mundo, pero especialmente a los más vulnerables. Por eso, se necesitan protecciones sociales fuertes”, advirtió.