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Alfredo García

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La sabiduría popular asegura que al momento de ejercer su voto, ya sea demócrata, republicano o independiente, el norteamericano promedio se pregunta si está mejor o peor que en su última elección. Si la respuesta es mejor, vota por el continuismo. Si es peor, vota por el cambio. El factor ideológico o la influencia publicitaria no son decisivos.

Según un estudio publicado el pasado jueves por Pew Research Center, con sede en Washington, los norteamericanos confían en una diversidad de indicadores para formar su opinión sobre la economía: empleos, salarios, costo de atención médica, precios de bienes de consumo y alimentos, sistema tributario y déficit del presupuesto federal.

Faltando un año para las elecciones, un 48% de los encuestados espera que las condiciones económicas sean iguales, 32% que estarían peor y el 20% que mejorará.

Sin embargo, en esta ocasión, a la economía se agrega el debate sobre el proceso del juicio político al presidente, Donald Trump.

Mientras los demócratas apuestan a la destitución del presidente, los republicanos confían en la “absolución” en el Senado y el aumento de su popularidad para la reelección presidencial. El pasado miércoles Trump se burló de los demócratas desde Pensilvania, calificando el proceso como un “juicio político light”, que lo llevaría a su reelección en 2020.

Aunque los índices económicos generales son positivos, con un 3,6% en la tasa de desempleo y un crecimiento económico de 3,4% en 2018, la polarización clasista crece al calor de la encuesta. Según el estudio, cuatro de cada diez republicanos (42%) comentó que la economía está ayudándoles, en comparación con 1/4 de los demócratas (23%).

La mayoría de los demócratas (57%) dijo que la economía los está perjudicando a ellos y a sus familias, mientras 32% de los republicanos aseguraron lo mismo.

El 75% de los votantes republicanos creen que la situación es buena o excelente, mientras que el 59% de los demócratas cree que es regular o mal. El 43% con “ingresos bajos” dijo que las condiciones de la economía son malas y un 57% que son excelentes. Un 47% de este grupo aseguró que las condiciones económicas los están perjudicando y un 30% dijo que los están ayudando, mientras un 57% con “ingresos altos” considera que los ayudaba y un 18% declaró que los dañaba. Sin embargo republicanos y demócratas de “bajos ingresos”, coinciden en que la actual economía, beneficia a los más ricos. El estudio define “ingresos altos” a quienes ganan más de 120,400 dólares al año, de “ingreso mediano” entre 40,100 dólares y 120,400 dólares, y de “ingresos bajo” por debajo de 40,100 dólares.

El sector económico más vulnerable para la candidatura de Trump, es el republicano de “ingresos bajos”, (blancos sin estudios universitarios) que incluye el 43% del total de 63% de los votos recibidos en 2016, en particular en los 12 Estados del Medio Oeste, donde una parte de la clase media y baja afectada por la emigración de grandes empresas industriales al exterior, fue influido a favor de Trump por su promesa de campaña de regresarlas al territorio norteamericano.

Sobre el juicio político a Trump, un estudio de la Universidad de Michigan a comienzo de diciembre sobre confianza de los consumidores, reveló que apenas el 1% de los encuestados mencionó el juicio político como motivo de preocupación para su economía. La mayoría de los especialistas coinciden en que la Cámara de Representantes en pleno aprobará el juicio político y lo remitirá al Senado quien es el encargado del veredicto, donde los republicanos cuentan con 53 escaños, los demócratas 45 y 2 independientes cercanos a los demócratas, de un total de 100 senadores. Para ser aprobado los demócratas necesitan 67 votos o sea lograr que unos 14 senadores republicanos voten contra el presidente, algo que se considera improbable en el contexto político actual, aunque no imposible de cambio.