MELBOURNE, Australia, 30 de diciembre (AFP).- Unas 100,000 personas tuvieron que abandonar cinco localidades cercanas a Melbourne este lunes mientras la ola de enormes incendios sigue arrasando Australia.
Además un bombero voluntario murió luchando contra las llamas en el interior del país.
En Bundoora, a 16 kilómetros al norte del centro de la ciudad y sede de los dos principales campuses universitarios de Australia, el fuego “amenazaba viviendas y vidas”, informaron los servicios de emergencia del estado de Victoria.
“Estáis en peligro y hay que actuar inmediatamente para sobrevivir”, dijo la agencia a los residentes en un mensaje.
Los medios locales mostraron imágenes de bomberos sobrevolando barrios residenciales y de familias mojando sus viviendas con agua con la esperanza de poder detener el avance de las llamas.
Se trata de la última declaración de emergencia en Australia en esta devastadora estación de incendios, que se ha visto incrementada por una prolongada sequía y por el cambio climático.