Internacional

La vida y no la muerte

CIUDAD DEL VATICANO (AP/AFP/EFE).- El Papa Francisco denunció la “violencia cruel” de la masacre de cristianos y extranjeros el domingo de Pascua mientras celebraba el momento más alegre del calendario litúrgico cristiano, lamentando el derramamiento de sangre y violencia política que aflige a muchas partes del mundo.

Francisco se saltó su homilía durante la misa de Pascua, pero ofreció su tradicional discurso “urbi et orbi” (“a la ciudad y al mundo”), en el cual enfatizó los conflictos en el Medio Oriente, África y América, y exigió que los líderes políticos hagan a un lado sus diferencias y, en lugar de eso, trabajen para la paz.

“Que Él, que nos da su paz, haga cesar el fragor de las armas, tanto en las zonas de guerra como en nuestras ciudades, e impulse a los líderes de las naciones a que trabajen para poner fin a la carrera de armamentos y a la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente”, dijo Francisco desde la logia de la basílica de San Pedro con vista a la plaza cubierta de flores.

Al final, hizo un llamado especial en donde lamentó los “graves ataques” contra la población de Sri Lanka en hoteles e iglesias que ocurrió justo cuando los feligreses celebraban la misa de Pascua que marca la resurrección de Cristo tras su crucifixión. “Quiero expresar mi afectuosa cercanía con la comunidad cristiana, que ha sido atacada mientras se reunía en oración, y a todas las víctimas de esta violencia cruel”, dijo Francisco. “Encomiendo al Señor a todos los que murieron trágicamente y pido por los lesionados y todos los que sufren como resultado de este evento dramático”.

Más de 207 personas murieron y cientos más resultaron heridas en Sri Lanka tras las explosiones casi simultáneas en tres iglesias y tres hoteles frecuentados por extranjeros.

En esta serie de conflictos globales, Francisco advirtió que el mundo se resignaba cada vez más al conflicto en Siria. Hizo un llamado para “renovar el compromiso a favor de una solución política” que responda a la necesidad de libertad, paz y justicia para los sirios, y permita que millones de refugiados regresen a casa.

El primer papa latinoamericano en la historia, también ofreció oraciones para los venezolanos y nicaragüenses que experimentan adversidades políticas y económicas y “en tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava”.

Lamentó que en Yemen los niños particularmente estén “exhaustos por el hambre y la guerra”, mientras en el norte de África, los libios llevan a cabo una nueva ronda de batallas entre las fuerzas rivales que luchan por el control de Trípoli, la capital.

“Insto a las partes implicadas a que elijan el diálogo en lugar de la opresión, evitando que se abran de nuevo las heridas provocadas por una década de conflicto e instabilidad política”, dijo de los líderes libios.

Que “las armas cesen de ensangrentar Libia”

El Papa Francisco llamó a hallar soluciones pacíficas para que “las armas cesen de ensangrentar

Libia” y para “favorecer el retorno” de los refugiados en Siria.

En su tradicional mensaje de Pascua, seguido por la bendición Urbi et Orbi, el soberano pontífice pidió además “la reconciliación” en Sudán del Sur.

“Que las armas dejen de ensangrentar a Libia, donde en las últimas semanas personas indefensas vuelven a morir y muchas familias se ven obligadas a abandonar sus hogares”, reclamó el Papa desde la basílica de San Pedro.

“Insto a las partes implicadas a que elijan el diálogo en lugar de la opresión, evitando que se abran de nuevo las heridas provocadas por una década de conflicto e inestabilidad política”, dijo.

Los combates ganaron en intensidad el sábado a las puertas de Trípoli, tras el anuncio de las fuerzas leales al gobierno de unión nacional (GNA) de una “fase de ataque” contra las tropas del mariscal Jalifa Haftar, movilizadas para conquistar la capital libia.

El Papa, que sigue de cerca la situación en Siria, también lamentó que el pueblo sirio, “víctima de un conflicto que continúa y amenaza con hacernos caer en la resignación e incluso en la indiferencia”.

“En cambio, es hora de renovar el compromiso a favor de una solución política que responda a las justas aspiraciones de libertad, de paz y de justicia, aborde la crisis humanitaria y favorezca el regreso seguro de las personas desplazadas, así como de los que se han refugiado en países vecinos, especialmente en el Líbano y en Jordania”, apuntó.

Además, el Sumo Pontífice exhorto de nuevo al presidente sursudanés, Salva Kiir, y al jefe rebelde Riek Machar a comprometerse por la “reconciliación de la nación”.

Kiir y Mashar se reunieron hace poco en el Vaticano para un retiro espiritual de dos días.

“Que se abra una nueva página en la historia del país, en la que todos los actores políticos, sociales y religiosos se comprometan activamente por el bien común y la reconciliación de la nación”, pidió el Papa este domingo en su mensaje de Pascua.