WASHINGTON, EE.UU., 4 de abril (EFE).- El Banco Mundial (BM) rebajó este jueves sus previsiones de crecimiento para Latinoamérica hasta el 0,9% en 2019, un año en el que ha abogado por más programas sociales que ayuden a las personas “más pobres y vulnerables” de la región.
El BM justificó esta revisión a la baja en su pronóstico principalmente por el desarrollo “débil o negativo” en Brasil, México y Argentina y el “trágico colapso” en Venezuela.
Hace seis meses, las previsiones del organismo multilateral para la región eran de una expansión del 1,6% para este año, una cifra que ya había sido rebajada ampliamente del pronóstico anterior.
Excluyendo a Venezuela, sin embargo, el BM prevé que Latinoamérica y el Caribe crecerá un 1,9% en 2019 y un 2,7% en 2020.
Para hacer frente a esta situación, el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Végh, espera que los países de la región desarrollen redes de protección social para apoyar a la población más pobre y vulnerable durante los ciclos de desaceleración económica.
“Los programas sociales que ayudan a absorber el impacto de las crisis económicas son comunes en los países desarrollados, pero no están lo suficientemente extendidos en esta parte del mundo”, explicó Végh en la presentación del informe en Washington.
Para el directivo del BM, esta es una agenda social “pendiente” en la región para asegurar que “aquellos que recientemente escaparon de la pobreza no den ningún paso atrás”.
Así, Végh subrayó la importancia de la inclusión de estabilizadores automáticos, como un seguro de desempleo, en la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe.
“Son necesarios programas sociales de segunda generación, cuyo propósito es proteger y ayudar a los pobres y a los vulnerables en las épocas malas”, dijo el economista, que aseguró que la región tiene un déficit “importante” en ese sector.
Argentina, México y Brasil
Por países, Argentina ha comenzado 2019 inmersa en una severa recesión, y el BM proyecta que su PIB caerá un 1,3% este año, tras una contracción del 2,5% en 2018.
“No es culpa de Argentina: cuando uno tiene una política fiscal y monetaria sumamente restrictiva afecta al crecimiento del país en cuestión. Está siendo un mal necesario porque Argentina no podía continuar con la crisis financiera”, observó.
El BM felicitó al Gobierno argentino ya que el tipo de cambio “se está estabilizando”, la inflación “sigue alta pero contenida” y se espera un crecimiento positivo para 2020.
Por su parte, México ha empezado el año con un crecimiento “modesto, pero estable”, por lo que el organismo con sede en Washington proyecta un crecimiento del 1,7% para 2019.
“Los mercados están un poco preocupados por lo que podrían ser en el futuro las políticas energéticas de la nueva Administración, pero la parte positiva es que el nuevo Gobierno ha demostrado tener una política fiscal sumamente seria”, argumentó.
La economía de Brasil, que se contrajo fuertemente en 2015 y 2016 y luego recobró su crecimiento positivo en 2017, avanzará un 2,2% en 2019, de acuerdo a las previsiones del BM.
La situación en Venezuela sigue preocupando profundamente a la institución multilateral, que cree que ese país está sufriendo “la peor crisis en la historia moderna de la región”.
Venezuela
El BM considera que las condiciones socioeconómicas en Venezuela “continúan deteriorándose rápidamente” por la caída en el precio del petróleo, las políticas “altamente distorsionadoras” del Gobierno, un ajuste fiscal desordenado y una mala gestión económica.
La asamblea de primavera conjunta del BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que reúne a los principales líderes económicos mundiales de sus 189 países miembros para analizar los desafíos globales, se celebra la próxima semana en Washington.
Végh anunció que el organismo multilateral está preparando un plan de ayuda social “ambicioso” para lanzar en Venezuela cuando haya “condiciones adecuadas”.
“El banco está preparando un plan de ayuda social sumamente ambicioso, que se pondrá a disposición de las autoridades venezolanas en cuanto se den las condiciones adecuadas”, explicó Végh en una rueda de prensa al presentar el informe de previsiones del BM para Latinoamérica.
El economista jefe lamentó no poder dar un calendario exacto para el lanzamiento de este programa, que tendría como objetivo arreglar una situación humanitaria “terrible”.
“Es imposible, lamentablemente, establecer fecha fija”, dijo al ser preguntado al respeto.
Plan de rescate
Sin embargo, Végh dibujó la estrategia que deberían seguir las instituciones multilaterales, como el propio BM, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para rescatar a Venezuela.
En primer lugar, los organismos deberían ayudar a Venezuela “con fondos necesarios para eliminar completamente el déficit fiscal” acumulado en ese país sudamericano.
Además, Végh consideró necesario implementar un tipo de cambio fijo, ligando el peso venezolano al dólar, una estrategia que se ha utilizado para detener “todas las hiperinflaciones” en la región.
Por último, el economista subrayó la importancia de aumentar la producción de petróleo, que se ha reducido a la mitad desde 2014.
La peor crisis
En el informe presentado hoy jueves en Washington, el BM consideró que Venezuela vive “la peor crisis en la historia moderna de la región”, al pronosticar que su PIB se va a contraer este año un 25% adicional, después de una caída del 17,7% en 2018.
“Nada podía preparar a la región para la escalada de la crisis económica, social y humanitaria en Venezuela, de lejos la peor crisis en la historia moderna de la región”, apuntaron los expertos del BM en su análisis semestral.
El BM apuntó que las condiciones socioeconómicas de Venezuela “continúan deteriorándose rápidamente” por la caída en el precio del petróleo, las políticas “altamente distorsionadoras” del Gobierno, un ajuste fiscal desordenado y una mala gestión económica.
El PIB real en Venezuela se contrajo un 17,7% en 2018 y es probable que caiga un 25% en 2019, según el pronóstico del BM, lo que implicaría una caída acumulada del PIB del 60% desde el año 2013.
La tasa anual de inflación alcanzó un 1,370,000% a finales de 2018, debido al efecto acumulativo de una tasa mensual del 121%, según el Banco Mundial, que calcula que este año el incremento de los precios llegará a 10,000,000%.