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Vinculan a proceso a "El Piyi", presunto jefe de sicarios de "Los Chapitos"

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Por Manuel E. Yepe

El 4 de julio de 1821, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Quincy Adams, declaró ante el Congreso que “si América abandonara su política exterior fundadora del no intervencionismo, inevitablemente se convertiría en la dictadura del mundo y, como tal, comenzaría a comportarse.

El politólogo Jacob G. Hornberger recordó estas palabras el 10 de mayo último en un trabajo científico en el que argumentó porqué la predicción de Adams se ha hecho realidad. “Ahora uso el término América porque es el que Adams utilizó originalmente, pero en realidad es el gobierno de Estados Unidos el que se ha convertido en el dictador del mundo”.

Tomemos el ejemplo de Meng Wanzhou, ciudadana china, directora financiera de la gigantesca empresa tecnológica Huawei, quien tras haber sido sometida a arresto domiciliario en Canadá, está sufriendo la ira de la dictadura mundial.

¿Cuál es su supuesto crimen? ¡Haber violado las sanciones de Estados Unidos contra Irán! ¿Qué tienen que ver con China las sanciones de Estados Unidos? ¡Nada! Meng es ciudadana china, no estadounidense. Entonces, ¿por qué está siendo procesada por el gobierno de los Estados Unidos?

Las sanciones se han convertido en herramienta habitual de la política exterior de Estados Unidos. Su objetivo es amenazar a ciudadanos extranjeros con la muerte, sufrimientos y privaciones económicas como vehículo para castigar al gobierno de su país, sometiéndolo a la voluntad de la dictadura estadounidense y sus brutales y despiadados agentes.

Después de todo, ¿qué podría ser más brutal y despiadado que aplicar a personas inocentes sanciones como la ejecución y el empobrecimiento para con ello castigar al régimen de su nación?

La generalidad de los ciudadanos de otras naciones ejercen sobre las acciones de sus gobiernos un control tan escaso como el que mantienen los ciudadanos estadounidenses sobre las acciones del suyo. ¿Dónde está la moralidad de castigar a inocentes como forma de lograr un objetivo político? ¿No es por eso que la gente condena los motivos del terrorismo?

Es injusto amenazar a inocentes ciudadanos extranjeros con la muerte o el empobrecimiento en aras de un objetivo político. Así mismo, habría que tomar en cuenta que las sanciones atacan la tan proclamada libertad económica de los ciudadanos estadounidenses que comercian con el exterior. Si un estadounidense comercia con iraníes, por ejemplo, la dictadura lo amenaza y persigue con saña, mediante procesos penales o con multas civiles, o ambas.

Un buen ejemplo de este fenómeno se produjo cuando la dictadura aplicó su sistema de sanciones contra Irak durante la década de 1990. Las sanciones estaban matando a cientos de miles de niños iraquíes, algo que no molestó a la dictadura. Al menos no lo suficiente como para poner fin a dichas sanciones.

La idea que subyacía era que si se podía matar a un número suficientemente grande de niños, el dictador iraquí Saddam Hussein abdicaría a favor de un dictador aprobado por Estados Unidos, o habría un golpe de estado o una revolución violenta que lograría lo mismo. La entonces embajadora de EEUU ante la ONU, Madeleine Albright, expresó la opinión oficial de la dictadura global cuando anunció que la muerte de medio millón de niños iraquíes a causa de las sanciones “valió la pena”.

El gobierno de EEUU no se conforma con exigir a sus propios ciudadanos que cumplan con su sistema. En su papel de dictadura mundial requiere que todos en el mundo también lo cumplan. ¡La dictadura reclama la jurisdicción mundial para su malvado sistema de sanciones!

Por eso Meng Wanzhou fue arrestada y puesta bajo arresto domiciliario en Canadá. ¡Sí, Canadá! Ni siquiera estaba en EEUU cuando fue arrestada. La dictadura anunció que había violado sus sanciones contra Irán en sus tratos con un banco ubicado a miles de kilómetros de las costas estadounidenses, y por ello presionó a Canadá para que la arrestara en ese país a fin de que pudiera ser extraditada a EEUU para ser juzgada por una supuesta violación de las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán.

¿Por qué los ciudadanos extranjeros inocentes son el blanco de la muerte y el sufrimiento económico simplemente porque a los funcionarios estadounidenses no les gusta su gobierno? ¿Por qué se destruyen las libertades de los ciudadanos estadounidenses por la misma razón? ¿Y por qué los ciudadanos extranjeros de todo el mundo son perseguidos penalmente por violar el malvado sistema de sanciones del gobierno estadounidense?

Todo es por lo que John Quincy Adams observó hace casi 200 años: Si Estados Unidos abandonara alguna vez su política exterior fundadora de no intervencionismo, el gobierno federal se convertiría inevitablemente en la dictadura del mundo, que será una dictadura brutal y despiadada.

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