WASHINGTON, EE.UU., 10 de junio (EFE).- Funcionarios del Gobierno estadounidense se encuentran esta semana en Centroamérica para “negociar” acuerdos que eviten que sus ciudadanos tengan que cruzar México y llegar hasta EE.UU. en busca de oportunidades, informó este lunes el secretario de Estado, Mike Pompeo.
“Tenemos equipos que están trabajando allí (en Centroamérica) para conseguir acuerdos con esos países para poner la responsabilidad donde corresponde y asegurarnos de que sus ciudadanos no son los que tienen que atravesar México y entrar en EE.UU.”, explicó Pompeo en una rueda de prensa.
El titular de Exteriores no detalló en qué países se encuentran esos funcionarios estadounidenses, aunque en el pasado Washington ha mantenido conversaciones sobre migración con el Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), de donde proviene la mayor parte de los migrantes que llegan irregularmente a EE.UU.
Tras el pacto con México, EE.UU. dio la bienvenida al llamado “Plan Marshall” para el desarrollo económico del Sur de México y el Triángulo Norte, que fue diseñado con ayuda de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el órgano de la ONU que fomenta el desarrollo económico y social en Latinoamérica.
Ese respaldo, afirmó hoy Pompeo, no significa que Washington vaya a contribuir económicamente al plan, como ha reclamado el Gobierno mexicano, que ha pedido a EE.UU. que invierta 4.800 millones de dólares.
“EE.UU. está preparado para hacer las cosas que necesitemos hacer, pero no hemos suscrito ningún compromiso asociado con este pacto. No hemos ofrecido ninguna asistencia al Gobierno de México para lograr resultados. Tampoco lo hemos hecho con Centroamérica”, subrayó Pompeo.
A finales de mayo, el secretario en funciones de Seguridad Nacional de EE.UU., Kevin K. McAleenan, ya llegó a un acuerdo con los países del Triángulo Norte de Centroamérica para apoyarles en el combate al narcotráfico, el lavado de dinero y el tráfico ilegal de armas.
Según The Washington Post, ese acuerdo incluía el envío de 80 agentes estadounidenses a la frontera entre México y Guatemala para asesorar a las autoridades migratorias y policiales guatemaltecas.