MIAMI, EE.UU., 11 de junio (EFE).- Dos astronautas se preparan esta semana en las profundidades del mar frente a la costa de Florida (EE.UU.) para las “condiciones hostiles” de futuras misiones a la Luna y Marte, y de paso siembran corales para salvar en la Tierra sus amenazados arrecifes.
“Estamos listos para ir a vivir y trabajar en el fondo del océano”, escribió este martes en su cuenta de Twitter Samantha Cristoforetti, astronauta italiana de la Agencia Espacial Europea (ESA) que comanda la misión a unos 19 metros bajo la superficie marina, cerca de Cayo Largo.
La nueva edición de la Misión de Operaciones en Ambientes Extremos de la NASA (NEEMO, en inglés) reúne a astronautas y “un equipo de apoyo en tierra” de las agencias espaciales estadounidense y europea, así como expertas medioambientales que trabajarán hasta el próximo 20 de junio en pruebas para viajes de larga duración.
Una de ellas está relacionada con la construcción e instalación de “árboles de coral” en las inmediaciones de la Base de Arrecifes Acuario, reserva submarina que la Universidad Internacional de Florida (FIU) tiene a unos 10 kilómetros de la costa de Cayo Largo.
“En el interior de Acuario, los acuanautas y los astronautas abordarán una serie de experimentos e investigaciones humanas relacionadas con los viajes espaciales de larga duración”, manifestó Bill Todd, líder del proyecto NEEMO 23, en un comunicado.
Cristoforetti está acompañada de la candidata a astronauta de la NASA Jessica Watkins y las investigadoras marinas Shirley Pomponi y Csilla Ari D’Agostino, entre otros especialistas en hábitat.
“En muchos sentidos, Acuario funciona como la Estación Espacial, con procedimientos establecidos, roles y líneas de tiempo ajustadas”, manifestó Cristoforetti al inicio de la misión.
Durante su misión, las astronautas imitan bajo el mar algunas de las destrezas necesarias para explorar la superficie de otros planetas mientras ayudan a salvar los corales, indicó por su parte la Fundación de Restauración de Coral (CRF, en inglés), organización no gubernamental que participa en NEEMO 23.
“Las travesías diarias del fondo marino, o las actividades extravehiculares en la jerga espacial, están repletas de tecnología y pruebas de concepto de operaciones, así como de complejas ciencias marinas”, dijo Todd.
Durante su misión, las astronautas viven y trabajan bajo el agua junto a científicos marinos para entrenarse en vuelos espaciales y otros objetivos relacionados con misiones espaciales, como la Estación Espacial Internacional (EEI) y futuras misiones al espacio profundo a la Luna y Marte.
“No sucede todos los días que llegas a vivir diez días bajo el agua donde tienes esta flora y fauna marina increíblemente rica”, manifestó Cristoforetti.