Internacional

Trump eleva la tensión con Irán

Canciller Zarif acusa a EE.UU. de “sabotear la diplomacia” y no tener pruebas contra Irán

WASHINGTON, EE.UU./TEHERAN, Irán, 14 de junio (EFE/AFP).- El presidente estadounidense, Donald Trump, continuó este viernes su escalada con Irán al insistir en culparlo de los ataques a barcos cisterna en el golfo Pérsico, pero mantuvo su esperanza de dialogar en algún momento con los iraníes tras el fracaso del intento de mediación japonés.

Después de que Irán negara toda implicación en los sucesos del jueves, Trump perseveró en su acusación y describió a ese país como una “nación de terror”.

El presidente citó como prueba el video difundido a última hora del jueves por el Mando Central de EE.UU., en el que según el portavoz de esa división militar, Bill Urban, puede apreciarse a una patrulla naval de la Guardia Revolucionaria Islámica acercándose al buque japonés después de las explosiones.

La patrulla “fue observada y grabada sacando una mina lapa sin explotar del Kokuka Courageous”, uno de los dos buques atacados, afirmó Urban, presuntamente para eliminar pruebas de su implicación en el suceso.

“Supongo que una de las minas no explotó, y probablemente (esa mina) tiene el nombre de Irán escrito por todas partes”, aseguró Trump en su entrevista.

“Ese era su barco, era de ellos. Y no querían que quedara esa prueba”, argumentó.

La región sufre una escalada de la tensión entre Irán y Estados Unidos desde que, hace un año, la administración Trump decidió abandonar unilateralmente el acuerdo internacional nuclear iraní y restableciera las sanciones económicas contra Teherán.

Rechazo iraní

Irán ha negado toda implicación en los ataques a los barcos, uno propiedad de un armador noruego y otro japonés, que llevaban 44 personas a bordo y sufrieron impactos y explosiones cuando salían del estrecho de Ormuz, a unas 30 millas de la costa de Irán.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, acusó hoy a Estados Unidos y sus aliados de “sabotear la diplomacia”, al responsabilizar “sin ninguna evidencia” a Irán de los ataques del jueves contra dos cargueros en el mar de Omán.

“Que EE.UU. lanzara inmediatamente acusaciones contra Irán, sin ninguna evidencia objetiva o circunstancial, solo hace más claro que el equipo B está moviéndose al plan B: sabotear la diplomacia y ocultar su terrorismo económico contra Irán”, denunció Zarif en Twitter.

El jefe de la diplomacia iraní se refiere con equipo B al formado por el asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton; el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman.

El Gobierno iraní recordó que salvó a los navegantes de uno de los barcos -los del otro fueron rescatados por EE.UU.- y ha insinuado que Washington podría estar detrás del ataque.

Para Irán, es “sospechoso” que los ataques ocurrieran en el estratégico estrecho de Ormuz justo cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se encontraba de visita en Irán, mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha llamado a esclarecer “la verdad” sobre lo ocurrido.

Aparente amenaza

Trump advirtió a Irán de que no cierre el estrecho de Ormuz porque “si lo hacen, no va a estar cerrado durante mucho tiempo”, en una aparente amenaza de acción militar para preservar lo que el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, describió este jueves como la “libertad de navegación” en el golfo Pérsico.

Pero Trump, un presidente aislacionista que no ve mucho sentido a las incursiones estadounidenses en Oriente Medio como la invasión de Irak en 2003, se ha mostrado reticente hasta ahora a iniciar un conflicto armado con Irán, y no está claro si adoptará alguna represalia por el presunto ataque iraní a los barcos.

El mandatario parece empeñado, en cambio, en seguir la fórmula que aplicó con Corea del Norte, al iniciar un diálogo personal con el líder norcoreano, Kim Jong-un, después de meses de fuertes ataques retóricos entre ambos y de amenazar con “fuego y furia” al hermético país.

En el caso de Irán, Trump recurrió primero a Suiza, el poder protector de los intereses estadounidenses en Teherán, para pedirle en mayo que le ayudara a establecer un canal de comunicación con los iraníes, con los que EE.UU. no tiene relaciones diplomáticas.

Después acudió a Abe, con quien habló del tema durante su visita a Tokio a finales de mayo y que finalmente visitó Teherán esta semana para intentar mediar entre ambos países, pero que se topó con una rotunda negativa del líder supremo iraní, Ali Jameneí.