Las quejas más comunes que denuncian los trabajadores es la falta puntual de pagos, la prohibición de hablar a sus familiares y el retiro de sus pasaportes, por lo que no se pueden ir del país anfitrión
Si bien Qatar 2022 es un Mundial muy esperado por la modernidad de sus estadios, las construcciones de éstos vienen desatando una serie de denuncias por parte de los trabajadores.
El medio alemán Sport Inside conversó con algunos obreros que revelaron detalles de las condiciones de esclavitud en las que pasan sus días.
El reportaje indica que para acceder a las declaraciones de los trabajadores, tuvieron que ir a un mercado donde es usual encontrar a cientos de obreros provenientes de países como Nepal, India o Bangladesh.
Sin pagos ni pasaporte Las quejas más comunes son la falta de pago, las situaciones miserables en las que trabajan y, sobre todo, la situación de esclavitud en la que se encuentran debido a que los jefes les han quitado sus pasaportes. Los primeros trabajadores entrevistados son Adi Gurung y Dil Prasad, ambos de Nepal. Ellos expusieron, con mucho temor, la situación desesperante en la que se encuentran. Adi Gurung denuncia que no hay cumplimiento en el pago de los salarios.
"El jefe nos dice que desde noviembre que pronto nos van a pagar", afirma. "Somos prisioneros, ya no puedo más, sólo quiero ir a casa, ni siquiera podemos llamar a nuestras familias en Nepal", dice Dil Prasad. "Tenemos que ser salvados" El video de Sport Inside también muestra a los trabajadores en su alojamiento en Qatar. Totalmente hacinados y en espacios diminutos, lamentan la situación por la que también pasan sus familias. "Todos debemos ser salvados de esta situación, porque también se trata de nuestras familias en Nepal. Mi esposa y mis dos hijos están pasando por momentos difíciles.
No he podido enviar dinero durante siete meses, alguien tiene que ayudarnos", dice Adi Gurung. "Vi morir a dos trabajadores" Anil Kanu y Nagindar Yadav trabajaron en Qatar durante 5 años. Ambos aseguran que participaron de la construcción del estadio Al Bayt. "Temíamos por nuestra seguridad", dice Nagindar Yadav al recordar los terribles momentos que vivió en el país anfitrión del próximo Mundial.
"Dos trabajadores murieron en el estadio ante mis ojos. Estábamos en shock. Nos negamos a seguir trabajando, pero los superiores nos obligaron", contó. También mencionó que en algunas ocasiones vio cómo otros trabajadores eran sometidos a maltratos físicos por parte de sus jefes. "Alguna vez, siete trabajadores fueron golpeados sin ninguna razón en la oficina de Tawasol (la compañía para la cual trabajaban)", asegura.
Trabajadores regresan muertos a Nepal Sport Inside indica en su web que son al menos 100 los trabajadores que han regresado muertos de Qatar a Nepal en lo que va del año.
"Los números continúan siendo altos y no han mejorado en los últimos años. El gobierno nepalí nos informa que mil 426 trabajadores murieron en Qatar en los últimos diez años", explican. El medio menciona el caso de Bishnu Bahadur, uno de los fallecidos en los trabajos de Qatar 2022. "Hacía demasiado calor en los sitios de construcción, nunca nos dijo nada sobre una enfermedad, lo examinaron aquí en Nepal y lo examinaron al llegar a Qatar para obtener el permiso de trabajo, siempre estuvo sano", dijo Keshav Bhartri, su cuñado, durante el funeral. Trabajos forzados Amnistía Internacional indicó en abril del 2017 que “migrantes procedentes de Bangladesh, India y Nepal que trabajan en la reforma del emblemático estadio Jalifa y el ajardinado de las instalaciones deportivas y zonas verdes circundantes, están siendo explotados. "Algunos son objeto de trabajo forzado.
No pueden cambiar de trabajo, no pueden salir del país y suelen tener que esperar meses para cobrar sus salarios", afirmaron. En su informe también indicaron que los trabajadores han denunciado terribles condiciones de vida. "Vimos a hombres durmiendo en literas en habitaciones para ocho o más personas. Sin embargo, el derecho qatarí y las Normas para la Protección de los Trabajadores permiten como máximo cuatro camas por habitación y prohíben el uso compartido de camas y el uso de literas", explicaron.
Los obreros también indicaron que reciben mentiras en cuanto a los temas salariales y denunciaron que les quitan los pasaportes. "Los empleadores habían confiscado el pasaporte a todos los trabajadores con los que hablamos. De hecho, si quieren salir de Qatar deben conseguir un permiso aprobado por su empresa", mencionó Amnistía Internacional en su web.
"Pero los empleadores suelen hacer caso omiso de estas solicitudes, o incluso amenazan a los trabajadores, diciéndoles que no pueden marcharse hasta que termine el contrato, lo que podría significar otros dos años", agregaron.
¿Una promesa incumplida? Por su parte, el gobierno de Qatar prometió en febrero que mejoraría la condiciones de trabajo tras las críticas de Amnistía Internacional. "Qatar entiende que los cambios son necesarios y sigue decidido a aplicarlos lo más rápidamente posible, velando al mismo tiempo para que sean eficaces y adaptados a las condiciones de nuestro mercado de trabajo", dijo hace meses el gobierno qatarí.
Mientras estas mejoras se vuelven realidad en su totalidad, muchos obreros continúan pasando sus días en condiciones inhumanas. Algunos se arrepienten de haber decidido trabajar en la construcción de la gran fiesta del fútbol. "A veces me pregunto si no sería mejor estar muerto", dice con gran preocupación el trabajador Adi Gurung a Sport Inside. (El Universal)