CIUDAD DEL VATICANO 29 de junio (AP/ACI).- El Papa Francisco exhortó a los fieles el sábado a evitar ser cristianos autosuficientes o “tibios”.
El Pontífice ofició la misa en la Basílica de San Pedro el sábado, en la festividad de los apóstoles Pedro y Pablo, los santos patronos de Roma. Francisco exhortó a los fieles a ser humildes.
“Cuando nos consideramos mejores que los demás, es el principio del fin”, dijo. “Pidamos la gracia de no ser cristianos tibios, que viven a medias”.
De acuerdo con la tradición del 29 de junio, Francisco bendijo los palios blancos de lana para los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año.
También dijo que la presencia del Patriarcado Ecuménico en la ceremonia “nos recuerda que tampoco podemos ahorrar esfuerzos en el camino hacia la unidad plena entre los creyentes”.
El peligro de la envidia
Francisco advirtió el peligro de la envidia porque causa “amargura en el interior” y “es vinagre en el corazón”, antes del rezo del Ángelus este 29 de junio.
“Es bueno apreciar las cualidades de los demás, reconocer los dones de los demás sin malicia y sin envidia. ¡La envidia! La envidia causa amargura en el interior, es vinagre en el corazón. Los envidiosos tienen una mirada amarga”, advirtió el Papa.
En esta línea, el Pontífice reconoció que “muchas veces, cuando uno encuentra a una persona envidiosa quiere preguntar: ‘Pero ¿Con qué desayunó hoy, con café con leche o con vinagre?’ Porque la envidia es amarga. Hace la vida amarga”, reiteró.
Por ello, el Papa Francisco hizo un llamado a la unidad dentro de la Iglesia y entre los cristianos: “Qué bueno es saber que nos pertenecemos unos a otros, porque compartimos la misma fe, el mismo amor, la misma esperanza, el mismo Señor. Nos pertenecemos unos a otros y esto es espléndido, decir: ¡nuestra Iglesia!”, exclamó Francisco.