México avanzó con Washington, pero a costa de una parte del discurso de López Obrador, quien prometió trato digno para los migrantes, y ahora deberá desplegar miles de militares en la frontera con Guatemala. Aun así, México logró el acuerdo. Y exorcizó el riesgo de una recesión que podría marcar para mal el proyecto de izquierda que el Presidente ha vendido entre los mexicanos.
Además, según Marcelo Ebrard, Estados Unidos ha aceptado promover con México el Plan de Desarrollo de varios miles de millones de dólares para el sur y Centroamérica, que diseñado y propuesto por el Gobierno de AMLO.
Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).– El Presidente Donald Trump, que suele ser volátil en sus criterios, envió señales de que podría alcanzarse un acuerdo en Washington para no imponer aranceles del 5 por ciento a partir del lunes a las exportaciones mexicanas. Y luego, él antes que nadie –porque traía la sartén por el mango–, anunció que se había alcanzado exorcizar la amenaza.
El Canciller Marcelo Ebrard Casaubón estuvo ayer encerrado gran parte del día –doce horas– con sus contrapartes estadounidenses. No se permitió cantar victoria ante la prensa reunida afuera de la sede Departamento de Estado. La fiera seguía sin correa.
Anoche, finalmente, Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, salió a dar las noticias después de Trump: había un acuerdo. México tuvo que ceder en varios puntos.
Uno fue comprometerse a detener la migración de Centroamérica que, como demostró el Vicepresidente Mike Pence, ha aumentado. Otro fue, aunque Ebrard no lo corroboró como parte del documento sino que fue una afirmación de Trump, fue ampliar las cuotas de productos del campo estadounidense, justo cuando Lopez Obrador ha insistido en buscar autosuficiencia alimentaria para México.
Además, el mismo acuerdo que Estados Unidos parece haberle arrancado a Ebrard, el de enviar 6 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera con Guatemala, le dolerá también a AMLO, quien ha prometido dar un trato digno a los migrantes. Difícil, si envía militares.
Pero es eso, o una recesión. Bank of America dice que si se aplican los aranceles el lunes, México ligará sin batallar dos trimestres –al menos– de decrecimiento. Eso implicaría un alto riesgo para el primer Gobierno de izquierda en la historia del país. Podría incluso marcar su debut y despedida. Históricamente, los mexicanos han sufrido devaluaciones y descalabros. No aceptarían sin protestar un nuevo golpe a su economía.
“Me complace informarles que los Estados Unidos de América han llegado a un acuerdo firmado con México. Las tarifas programadas para ser implementadas por los Estados Unidos el lunes contra México, quedan por la presente suspendidas indefinidamente. México, a su vez, ha acordado tomar medidas sólidas para detener la marea de la migración a través del país, y a nuestra frontera sur”, anunció el Presidente estadounidense la noche del viernes en su cuenta de Twitter.
Trump había adelantado algo la tarde del viernes a su arribo a la Casa Blanca luego de su gira por Europa. “Vamos bien”, respondió el Presidente estadounidense cuando un reportero le preguntó a gritos a su llegada a la mansión presidencial.
LA ÚLTIMA JORNADA Y EL ACUERDO
Ayer finalizó la tercera jornada de negociaciones entre la delegación mexicana, encabezada por el Canciller Marcelo Ebrard y altos funcionarios estadounidenses con el objetivo de frenar la entrada en vigor el próximo lunes de un arancel del 5 por ciento a todas las exportaciones mexicanas.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores ingresó desde las 09:00 horas de Washington (10:00 horas del centro de México) al Departamento de Estado, acompañado de la Embajadora mexicana en Estados Unidos, Martha Bárcena, y del asesor legal de la dependencia, Alejandro Celorio. El encuentro se prolongó por más de 12 horas.
“Se ha alcanzado un acuerdo entre los Gobiernos de México y Estados Unidos, con lo cual como seguramente ya tienen la información, no se aplicarán tarifas a partir del día lunes”, anunció el Canciller Marcelo Ebrard la noche del viernes.
Dijo que México aceptó acelerar el control de su frontera sur, mientras que Estados Unidos compró el plan para desarrollar el sur y Centroamérica.
Detalló que la Guardia Nacional se desplegará en todo el territorio nacional, en especial de la frontera sur de México; se atacará frontalmente la trata de personas y que México recibirá a los migrantes que soliciten asilo a Estados Unidos y aguardarán aquí a que sus peticiones sean respondidas.
EL ESTIRA Y AFLOJA DE TRUMP
Por la mañana, Estados Unidos mandó señales de endurecimiento y de apertura a la negociación. Primero, Marc Short, el jefe de gabinete del Vicepresidente de EU, Mike Pence, explicó que el Presidente Trump firmaría ayer mismo la declaración destinada a imponer aranceles del 5 por ciento a todas las importaciones mexicanas, aunque si las negociaciones van bien podría “desactivar” esos gravámenes durante el fin de semana. Pero esto no sucedió.
“La notificación legal saldrá adelante hoy [ayer viernes] para poner aranceles el lunes, pero creo que existe la posibilidad, si las negociaciones continúan yendo bien, de que el Presidente pueda desactivar eso en algún momento de este fin de semana”, dijo Short.
Luego, en su cuenta de Twitter, Donald Trump destacó que si ambos países lograban un acuerdo, México comenzará a comprar productos agrícolas a Estados Unidos a “niveles muy altos”. “Si somos capaces de lograr el acuerdo con México, y es muy probable que lo hagamos, comenzarán a comprar productos de granjas y agrícolas a niveles muy altos, empezando de inmediato”, tuiteó.
Pero hasta ese momento aún insistía en que, de no alcanzarse ese acuerdo, “¡México comenzará a pagar Aranceles al nivel del 5 por ciento el lunes!”
Mientras, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó el viernes por la tarde el “predominio del más fuerte” como vía de solución del conflicto entre ambas naciones.
“Sabemos que no es opción el confrontarnos, el apostar por el predominio del más fuerte, el apostar a la guerra, esa vía no lo más conveniente”, dijo el mandatario mexicano durante un evento con alcaldes de ciudades de América del Norte en Los Cabos, Baja California Sur.
López Obrador aseguró que “el aislamiento, el vivir detrás de murallas, el no tener comunicación, relación, con los otros”, tampoco ha sido positivo, porque lo que mejor funciona, argumentó, es la comunicación y la armonía.
SEGUNDO DÍA DE NEGOCIACIONES “Todavía no tenemos un acuerdo”, fueron las palabras del Canciller mexicano al abandonar el Departamento de Estado el jueves, al salir del segundo día de negociaciones. La delegación mexicana cerraba otro día sin lograr frenar la amenaza del Presidente Trump, pero había dejado a Estados Unidos “motivado” con sus propuestas, según lo dicho por el Vicepresidente Mike Pence, quien supervisó el encuentro de ese día desde Pensilvania.
Ese segundo día de negociaciones, las delegaciones sostuvieron reuniones en la Casa Blanca y en el Departamento de Estado. Al concluir los encuentros, Ebrard confirmó que uno de los planteamientos al Gobierno estadounidense era el despliegue de 6 mil elementos de la recién creada Guardia Nacional en la frontera de México con Guatemala, quienes ayudarían al control del flujo migratorio.
La mañana de ayer viernes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la Guardia Nacional tendrá presencia en la frontera sur y en la frontera norte de México. “Ayer Marcelo dio a conocer que va a actuar la Guardia Nacional en la frontera sur. Es parte de un programa de seguridad, y de acuerdo a la Constitución y a las leyes la Guardia Nacional puede ayudar, coadyuvar en tareas de apoyo para funciones migratorias, protección de instalaciones, o sea, hay un marco legal que lo permite”, dijo durante su conferencia matutina.
A la par, México bloqueó el jueves las cuentas de 26 personas por su presunta participación en el tráfico de migrantes y en la organización de caravanas. Según la investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, hay relación entre el paso de las caravanas y los depósitos realizados a Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Ciudad Acuña, Piedras Negras y Reynosa desde El Salvador, Honduras, Guatemala, Camerún, Estados Unidos e Inglaterra.
PRIMER DÍA DE NEGOCIACIONES
El miércoles se dio en Washington la primera reunión de alto nivel entre Gobiernos que cerró sin acuerdo, lo que impactó en el peso mexicano y puso en alerta a mercados y analistas. Durante esa primera jornada, la brecha entre ambos países era muy clara luego de que México ofreció pequeñas concesiones que hasta el momento no han sido reveladas, y Estados Unidos exigió más medidas.
Un alto funcionario del gobierno dijo el miércoles a la agencia AP que Washington había vuelto a presionar a México para que acceda a un “acuerdo de tercer país seguro” que dificultaría que quienes ingresen a México soliciten asilo en Estados Unidos.
Ese día, Ebrard se reunió durante 90 minutos en la Casa Blanca con el Vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y otros altos funcionarios del país, en un encuentro que ambos gobiernos calificaron como “cordial” y que fue comentado por el Presidente Trump desde Irlanda.
Durante el encuentro en la Casa Blanca, Pence dejó “claro que México tiene que hacer más para hacer frente a la crisis urgente en la frontera sur”, según explicó el funcionario el miércoles en su cuenta de Twitter. Y Marcelo Ebrard informó que la reunión se había centrado en la crisis migratoria y no en los aranceles.
LA OPOSICIÓN A LA AMENAZA DE TRUMP
Excepto por Trump y algunos de sus asesores, pocos en el gobierno estadounidense creían que la imposición de aranceles era una buena idea. La mayoría en la Casa Blanca, según funcionarios citados por la agencia AP, temían que los aranceles tuvieran consecuencias económicas negativas para los ciudadanos de ese país y perjudicaran políticamente al gobierno, además de que probablemente generarían gravámenes en represalia sobre las exportaciones de Estados Unidos.
Los legisladores republicanos advirtieron durante la semana a la Casa Blanca que estaban listos para enfrentarse al Presidente Trump para tratar de bloquear sus aranceles, temerosos de que provocarían aumentos de los precios al consumidor, daños a la economía y significarían un peligro para el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el cual aún está pendiente de aprobación.
La agencia Bloomberg informó ayer viernes que un centenar de grupos empresariales y agrícolas pidieron también al Presidente Trump que suspendiera la imposición de aranceles a México. Entre estos grupos estuvo la Cámara de Comercio de EU, quienes alertaron en una declaración conjunta que la adopción del arancel pondría en peligro la aprobación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, el cual aún está a la espera de la aprobación de los legisladores de los tres países.
“Los aranceles a las importaciones mexicanas perjudicarían a los consumidores, trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses de todos los tamaños y en todos los sectores, haciéndonos menos competitivos y socavando los esfuerzos para negociar acuerdos comerciales en el futuro”, dijeron.
Bloomberg detalló que también las compañías petroleras de esa nación se habían pronunciado en contra de la medida.
Por Redacción / Sin Embargo