Internacional

Crecen los homicidios en el mundo debido a violencia en Latinoamérica

VIENA, Autria, 8 dejulio (EFE).- Un total de 464,000 personas fueron víctimas de homicidios en 2017, más que todos los muertos en guerras ese año, con Latinoamérica como zona más peligrosa y con la desigualdad, el crimen organizado y el machismo entre las principales causas.

Ese es el panorama que dibuja el Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019 publicado hoy en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (OUNDD).

La ONU compara la cifra de 2017 con la de 1992 y concluye que, aunque el número de fallecidos ha subido un 17%, se ha producido un descenso de la tasa de homicidios, es decir, del número de víctimas por cada 100,000 habitantes, debido al aumento de la población.

Así, de los 7,2 homicidios por cada 100,000 habitantes de 1992, se pasó en 2017 a 6,1, disminuyendo, en términos generales, el riesgo de morir por esa causa.

“En términos de una tendencia a muy largo plazo, estamos en las décadas más pacíficas” explicó Angela Me, una de las coordinadoras del informe.

Sin embargo, dentro de esa tendencia general, desde 2015 se ha detectado una leve subida, por primera vez en décadas de bajada.

Ese aumento puede explicarse por el aumento en América Latina, la región con la tasa más alta y la única donde sube y, especialmente, en países como Brasil y México, cuyo peso demográfico influye en la tasa de todo el continente.

Dentro del continente americano, con una tasa media de 17,2, destacan los altos índices de Centroamérica (25,9), Sudamérica (24,2) y el Caribe (15,1), lejos de las cifras del resto del mundo: África (13), Europa (3), Oceanía (2,8) y Asia (2,3).

Por subregiones, las tasas más bajas, de un homicidio por cada 100,000 habitantes al año, se encuentran en Europa Occidental, el este de Asia, Australia y Nueva Zelanda.

Al hablar de las causas, el reporte señala factores como la desigualdad, el desempleo, la corrupción, la inestabilidad política, los estereotipos de género y el crimen organizado.

“Los países con una marcada desigualdad de ingresos tienen más probabilidades de tener una mayor tasa de homicidios que aquellos con brechas más pequeñas”, resume el informe.

De hecho, la ONUDD destaca que si el crecimiento económico no se reparte equitativamente en la sociedad, la violencia puede subir.

Con todo, Angela Me explica que si, en general, “las diferencias en tasas de homicidios entre países pueden ser explicadas principalmente con el desarrollo socioeconómico”, en América Latina no siempre se cumple esa correlación.

En países como Honduras, El Salvador o Venezuela, las tasas de homicidios son mucho más altas de lo que correspondería a su desarrollo socioeconómico.

La ONUDD destaca también el impacto del crimen organizado, responsable del 19% de todos los homicidios en 2017.

El informe estima que entre 2002 y 2017, el crimen organizado ha matado a un millón de personas, tantas como víctimas de guerras.

En América Latina, las maras y el narcotráfico son elementos clave en esa relación de crimen organizado y alta tasa de homicidio.

La ONUDD estima que el 21% de los jóvenes latinoamericanos de entre 15 y 24 años caían en la categoría de “ninis” en el año 2015.

La solución, dice la ONU, pasa por más educación, más trabajo comunitario y un desarrollo de las policías de barrio.

El Estudio dedica un capítulo entero a los crímenes machistas y destaca que, aunque las mujeres suponen sólo el 20% de todas las víctimas de homicidios, son la inmensa mayoría en los crímenes de pareja.

Así, casi el 60% de las 87,000 mujeres que fueron asesinadas en 2017 en todo el mundo fueron víctimas de un crimen machista cometido por sus parejas, exparejas o familiares hombres, lo que hace que el hogar, insiste la ONU, sea “el lugar más peligroso” para ellas.

El reporte también apunta a la cada vez más evidente, pero aún poco estudiada, relación entre crisis climática, y problemas medioambientales en general, con el aumento de la violencia, especialmente por la falta de recursos, como agua o tierra cultivable. EFE

Centroamérica, a la cabeza

Centroamérica es, con una tasa de 25,9 homicidios por cada 100.000 habitantes y a poca distancia de Sudamérica, la zona con mayor nivel de muertes violentas del mundo, debido fundamentalmente a los asesinatos por el tráfico de drogas y a la popularidad de las maras entre los jóvenes.

“El índice nacional de homicidios más alto es más de siete veces mayor que el más bajo”, se lee sobre Centroamérica en el informe.

El Salvador es el país de la zona con más homicidios por habitante, 62,1 por cada 100,000, que es también el más alto de toda América. El país con menos homicidios por habitante de Centroamérica, es Nicaragua con 8,3 muertes por cada 100,000.

Honduras y Guatemala son, por detrás de El Salvador, los dos países más afectados por las muertes violentas.

El tráfico de drogas y las maras son los principales causas de esta situación en los tres casos.

La región con más homicidios

Aunque el continente americano sólo alberga el 13% de la población mundial, aquí se registran el 42% de todas las víctimas de homicidios, una situación que es especialmente grave en América Latina y en la que confluyen problemas de desigualdad, debilidad del sistema judicial y fortaleza del crimen organizado, según precisa el estudio.

La tasa media de homicidios anual en el continente es de 17,2 por cada 100,000 habitantes, casi el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa.

Centroamérica, con 25,9; Sudamérica, con 24,2; y el Caribe, con 15,1, son las subregiones con las tasas más altas de homicidios del planeta.

La ONUDD destaca especialmente el caso de Venezuela, donde se ha registrado “el más dramático incremento” de la tasa de homicidios, al pasar de 13 a 57 por 100,000 habitantes entre 2012 y 2017.