Manuel E. Yepe
Mientras miles de estudiantes universitarios se preparan en Estados Unidos para graduarse en las próximas semanas, muchos de ellos acabarán estresados, profundamente endeudados y muy hambrientos. Así lo señala una encuesta del Hope Center for College, Community and Justice de Temple University.
Una estudiante de último año de Lehman College en el Bronx sueña con empezar el día con un desayuno. Otro estudiante de la Universidad de Nueva York dijo que ha estado tan delirante por el hambre que se ha visto a sí misma caminando por la calle sin saber a dónde va. Una estudiante de ciencias de la salud de la Universidad de Stony Brook, en Long Island, describe sus “siestas de pobreza”, en las que decide irse a dormir antes que lidiar con sus retortijones de hambre.
En una despensa de Stony Brook donde Jocelyn Chen, una voluntaria, habló de sus siestas de pobreza. “Después de estar tres horas en clase, es difícil concentrarse con hambre”, dijo al New York Times. En el dormitorio explicó que es más viable tomar “siestas de pobreza” que buscar que comer.
Según la encuesta, el 44% de los estudiantes de más de cien instituciones dijeron sufrir inseguridad alimentaria.
Kassandra Montes, estudiante de último año en el Lehman College, está entre ellos. Vive en un albergue para personas sin hogar en Harlem. “Siento que me estoy hundiendo lentamente mientras trato de crecer”. Tendrá que pedir un préstamo de $5,000 este año para poder graduarse. Dice que tiene dos trabajos de medio tiempo y que sólo puede dedicar $15 por semana a comer en la despensa del campus, y casi siempre se salta el desayuno para alimentar a su hijo de 4 años, cuenta Kassandra.
Otro estudiante en apuros, Calvin Ramsay, acumuló “enormes deudas” mientras asistía a la Universidad de Nueva York, y le dijo al New York Times que “la comida era un obstáculo importante, especialmente en Manhattan”.
Siendo la primera persona de su familia en llegar a la universidad, no entendía bien cuánta deuda estaba contrayendo con sus préstamos estudiantiles. Después de dos años en el campus, Calvin Ramsay dijo al NYT que se mudó a Queens y comenzó a utilizar Share Meals, una plataforma digital creada en 2013 que informa a los estudiantes sobre ofertas de comida gratis en el campus.
Ramsay dice que necesitará pedir prestado alrededor de 40.000 dólares más para poder graduarse, pero dice que no está dispuesto a endeudarse más para hacerlo. “¿Por qué tengo que endeudarme para comer?”.
Una solución utilizada por la universidad CUNY ha sido inscribir a los estudiantes en el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), lo que ha ayudado. La escuela también ha traído a Single Stop USA - una organización sin fines de lucro que conecta a los individuos con los servicios sociales. El grupo, junto con otros socios, ha ayudado a más de 122.000 estudiantes de CUNY, que han recibido alrededor de $3.000 de beneficios anuales cada uno, según la directora nacional de educación de Single Stop USA, Sarah Crawford.
Otras soluciones para ayudar a los estudiantes hambrientos en todo el país incluyen la ampliación de los programas de despensa de alimentos en el campus, como el NEST (Nassau Empowerment and Support for Tomorrow) del Nassau Community College.
“El papel de la despensa de alimentos del campus ha ido más allá de sólo proporcionar alimentos”, dijo Sharon Masrour, de NEST, quien agregó que el programa es una oportunidad para que una escuela verifique el bienestar de los estudiantes en general.
Programas como Share Meals y Swipe Out Hunger (los cuales permiten a los estudiantes donar a quienes lo necesiten sus pases de comida extra en el comedor) están ayudando. Además, hay un movimiento nacional para redirigir la comida no utilizada de los comedores de los campus y de los eventos corporativos.
En la Universidad George Fox de Oregón, por ejemplo, su operador de comedor, Bon Appétit Management Company, dona los alimentos no utilizados a “mesas de hospitalidad” del campus.
Sodexo, uno de los operadores de comedores universitarios más grandes del país, ha producido un exitoso programa piloto en la Universidad del Norte de Arizona, donde los estudiantes son alertados sobre el consumo de sobras de los eventos de catering en las universidades que los utilizan.
Téngase en cuenta que, una vez que estos estudiantes se gradúen, deben añadir una deuda paralizante y una búsqueda de trabajo a sus problemas.
La encuesta “RealCollege” es la evaluación anual más grande del país sobre la seguridad de las necesidades alimentarias básicas de los estudiantes universitarios. La encuesta, creada por el Hope Center, evalúa específicamente el acceso a alimentos y viviendas asequibles.
(http://manuelyepe.wordpress.com)
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