Melanoma lentiginoso acral es un raro cáncer de piel que afecta más a las mujeres
Una joven australiana llamada Courtney Whithorn tuvo que sufrir la amputación de su dedo. El problema surgió a raíz de un mal hábito en Courtney: el morderse las uñas, informó El Comercio.
La chica tuvo este hábito durante 20 años sin manifestar ningún problema pero apenas en 2014 su dedo comenzó a ponerse negro.
A pesar de esto ella no compartió esa información con nadie, ni siquiera con sus padres. Mantuvo oculto el problema en su dedo durante años hasta que la situación empeoró tanto que decidió contar lo que le ocurría y acudir con un médico quien diagnosticó que Courtney había desarrollado un raro cáncer de piel llamado melanoma lentiginoso acral debido a la lesión que generó al morderse las uñas.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Scielo “el melanoma cutáneo es una neoplasia maligna que se origina de los melanocitos de la piel, células especializadas en la biosíntesis y transporte de la melanina, pigmento que da color a la piel, al pelo y a la úvea ocular”.
La enfermedad representa solo el 3% de los tumores malignos cutáneos, pero es la responsable del 65% de las muertes por esta causa. En el año 2012, se diagnosticaron 76 mil 250 casos nuevos en Estados Unidos y fallecieron 9 mil 180. Es un tumor casi exclusivo de las personas de piel blanca (más del 90% de los casos) y aparece con mayor frecuencia en mujeres.
Este cáncer suele aparecer en las extremidades, pies y manos principalmente, y uno de los factores de riesgo es la presencia de traumatismos en la zona, tal como el que se ocasionó la joven al morder constantemente sus uñas. Debido al avance del daño que el cáncer había ocasionado en su dedo, éste tuvo que ser amputado. De haber asistido al médico durante la aparición de los primeros señales la amputación hubiera podido evitarse.
A pesar de que le médico de Cortney señaló que morderse las uñas fue la causa, Nis Sheth, dermatólogo consultor y portavoz de British Skin Foundation, dijo a MailOnline: "Si bien el trauma físico se ha asociado con la aparición de algunos cánceres de piel, es muy poco probable que el mordisco de las uñas haya provocado este cáncer". “Mi mano estaba constantemente en un puño porque no quería que nadie la viera, ni siquiera mis padres. Me asusté un poco cuando mi piel comenzó a ponerse negra, así que se los mostré por primera vez este año”, relató Courtney al Daily Mail. (El Universal)