Internacional

Curiosos resultados de la reunión sobre el TIAR

Gustavo Robreño

Como es conocido, el Consejo Permanente de la desprestigiada y agonizante Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió para convocar a una reunión de cancilleres donde deberá acordarse la activación del llamado Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) con el propósito de aplicarlo contra la República Bolivariana de Venezuela en sus diversas variantes, que no excluyen la intervención militar.

El TIAR es una vieja herramienta inspirada y organizada por el gobierno imperialista de Estados Unidos desde tiempos de la guerra fría con el simulado y ridículo pretexto de “evitar una agresión comunista de la Unión Soviética contra cualquiera de los países del continente”, los cuales quedarían comprometidos a actuar conjuntamente con Washington para impedirla.

Fue, en definitiva y tal como se probó posteriormente, una versión actualizada de la Doctrina Monroe avalada entonces por la genuflexa OEA que sirvió solamente para proteger los intereses del imperialismo norteamericano en América Latina y el Caribe. La guerra de las Malvinas (1982) confirmó esos propósitos y lanzó definitivamente al TIAR al cesto de la basura, cuando la Administración Reagan se alineó junto al Reino Unido en la agresión militar contra la República de Argentina.

Ahora la Administración Trump intenta resucitarlo para, después de reiterados fracasos, usarlo como instrumento contra Venezuela de modo tan delirante e ilegal que ni siquiera se concilia con el texto del propio TIAR, que requiere la existencia de un “país agresor” para su activación.

No son extraños, por tanto, los resultados de la votación efectuada en el Consejo Permanente citado por el mercenario yanqui Luis Almagro como paso previo a la susodicha cita de los cancilleres que celebrarán próximamente.

Tengamos en cuenta, ante todo, que no todos los países que hoy permanecen en la OEA fueron firmantes del TIAR cuando se constituyó ese pacto (Río de Janeiro, 1947) y no participan en esta votación ni en esta decisión, como es el caso de los miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) que entonces eran colonias, con excepción de Trinidad-Tobago, y nunca se han incorporado al TIAR.

Tampoco participan los países que abandonaron expresamente el TIAR en estos años aunque aún formen parte de la OEA, como son los casos de México, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Venezuela salió oficialmente de la OEA en abril pasado y no hace parte ya de ninguno de sus instrumentos.

De los 33 países que componen actualmente la OEA sólo dieciséis ejercieron su derecho a este voto y mientras once gobiernos apoyaron la convocatoria hubo cinco que hicieron constar su abstención: Trinidad Tobago, Uruguay, Costa Rica, Panamá y Perú.

Como conclusión, resulta evidente la aparición de importantes fisuras en cuanto al tema de la activación del TIAR y su utilización contra Venezuela, pues incluso gobiernos componentes del llamado Grupo de Lima se abstuvieron en esta votación.