LA HABANA, Cuba, 18 de septiembre (EFE).- La mayoría de los emprendedores cubanos aboga por la normalización de las relaciones con EE.UU., que ha recrudecido su política hacia la isla con medidas restrictivas que han traído pérdidas a gran parte de los negocios privados en Cuba durante 2017 y 2018, revela este miércoles un estudio independiente.
El 73 % de los trabajadores por cuenta propia consultados quiere volver a la etapa de “deshielo” bilateral impulsada por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro, indica una investigación realizada por Auge, una consultora privada radicada en el país caribeño que entrevistó a 126 “cuentapropistas” en La Habana.
Más del 80 % de los encuestados aseguró que el endurecimiento del embargo y las recientes medidas restrictivas de la Administración del presidente Donald Trump afectan a sus negocios, golpeados por la sensible disminución en las llegadas de visitantes estadounidenses en los últimos dos años.
Los emprendedores cubanos también han percibido un aumento en las dificultades para importar productos y materiales para sus negocios y han visto interrumpidas las inversiones para abrir nuevos establecimientos o aumentar la capacidad de los ya existentes.
Tras el anuncio sorpresivo en diciembre de 2014 del restablecimiento de nexos bilaterales y la apertura oficial de embajadas en La Habana y Washington entre julio y agosto de 2015, ambos países vivieron un momento dulce en sus relaciones por primera vez en más de medio siglo de enemistad acérrima.
Lo que siguió fueron dos años de “normalización” en los que se sucedieron los contactos gubernamentales, aumentaron las visitas de ciudadanos estadounidenses a Cuba -aún bajo la prohibición de hacer turismo en la isla- y florecieron los negocios privados impulsados a su vez por las reformas económicas promovidas por Raúl Castro.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca inició el viraje en la política de EE.UU. hacia Cuba, relación que en la actualidad atraviesa una de sus etapas más delicadas debido a las nuevas presiones de Washington, que ha prohibido la entrada de cruceros a costas cubanas y persigue los envíos de crudo venezolano a la isla.