WASHINGTON, EE.UU., 1 de septiebre (EFE/AFP/AP).- La policía elevó este domingo a siete el número de víctimas fallecidas en el tiroteo del sábado en Texas, donde precisamente entraron en vigor varias leyes que reducen los controles de armas de fuego, lo que revivió el debate en Estados Unidos sobre la necesidad de poner cortapisas a este tipo de armamento.
El jefe de la Policía de Odessa (Texas), Michael Gerke, confirmó en una rueda de prensa televisada que la cifra de muertos en el tiroteo aumentó a siete, aparte del presunto atacante que fue abatido por la policía, mientras que los heridos ascendieron a 22.
Entre los heridos hay una menor de 17 meses con lesiones en la boca y el pecho que evoluciona favorablemente.
Respecto a las razones que movieron al atacante a abrir fuego de manera indiscriminada, Gerke destacó que “no hay respuestas definitivas sobre los motivos”.
“Hay una investigación que sigue en marcha”, afirmó.
Precisan detalles
De acuerdo al relato de la Policía, los sucesos desencadenaron a las 15:25 hora local (20:25 hora GMT) del sábado cuando los agentes dieron el alto al vehículo en que se trasladaba el sospechoso por una infracción de tráfico entre las poblaciones de Midland y Odessa, en el oeste de Texas.
En ese momento, el conductor abrió fuego y se dio a la fuga en dirección al interior de Odessa, donde disparó de forma indiscriminada contra los viandantes desde su vehículo.
Llegado a un punto el atacante abandonó su coche para continuar la huida a bordo de un camión de correos que robó y se dirigió a unos multicines, donde finalmente fue abatido por la policía.
Se trata del segundo tiroteo en menos de un mes en Texas, que el pasado 3 de agosto fue escenario del mayor atentado contra la comunidad latina en EE.UU., con la muerte de veintidós personas -ocho de ellas mexicanos- en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, quien también intervino en la rueda de prensa de la Policía de Odessa, lamentó que ya ha visto muchos sucesos de ese tipo.
Hallar soluciones
“Necesitamos soluciones para evitar que las armas acaben en manos de criminales”, dijo Abbott, quien subrayó que está trabajando para hallar una solución para proteger a los ciudadanos.
Sin embargo, el propio Abbott, miembro del Partido Republicano, firmó una serie de leyes, aprobadas por el Congreso estatal, que entraron en vigor hoy y que reducen los controles de armas en Texas.
Las nuevas normas permiten, entre otros, llevar armas de fuego en lugares de culto como las iglesias, a menos que el templo lo prohíba expresamente con un cartel.
También impiden que los dueños de casas en alquiler incluyan cláusulas en los contratos que prohíban las armas de fuego a sus inquilinos y invitados; y autorizan que los ciudadanos las porten sin licencia en áreas que hayan sido declaradas en desastre o catastróficas.
El tiroteo de ayer ha hecho que muchas voces en el Partido Demócrata se hayan alzado para pedir un mayor control de armas.
Voces contundentes
Una de las más contundentes fue la de Beto O’Rourke, oriundo de El Paso y aspirante a la candidatura de su partido en las presidenciales de 2020.
En una entrevista a la cadena de televisión CNN, O’Rourke recordó que hay una media de 300 tiroteos al año en EE.UU., “ningún otro país se acerca, por lo que sí, esto está jodido y si no lo llamamos por lo que es, no vamos a poder hablar claro y no vamos a actuar de forma decisiva”, sentenció.
En ese sentido, opinó que hay que implantar la verificación de los antecedentes de todos los compradores de armamento y acabar con la venta de armas de guerra.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, consideró que la comprobación de los antecedentes no hubiera evitado el tiroteo en Texas, cuyo autor calificó de “una persona muy enferma”
Durante una visita al Centro Nacional de Coordinación de Respuesta para revisar los preparativos frente al huracán Dorian, Trump precisó que su Gobierno se ha comprometido a trabajar con el Congreso para acabar con los tiroteos.
A partir de hoy
Una serie de leyes estatales que relajan los controles de armas en lugares como escuelas e iglesias entró este domingo en vigor en Texas (EE.UU.), donde el sábado se registró un tiroteo con cinco muertos y veintiún heridos, mientras que el presunto autor fue abatido por la Policía.
Las ocho leyes fueron aprobadas por el Congreso de Texas entre enero y mayo de este año, indicaron medios de comunicación locales.
Una de las normas permite a los texanos llevar armas de fuego dentro de iglesias, sinagogas y otros lugares de culto a menos que el templo lo prohíba expresamente con un cartel.
Hay otra que impide a los distritos escolares imponer restricciones en sus áreas de estacionamiento a la forma en que los titulares de licencias de armas de fuego las guardan en sus vehículos, más allá de evitar que estén a la vista de todos.
Una de las leyes que afectan a los colegios elimina las limitaciones al número de vigilantes de escuelas que pueden llevar armas de fuego, tanto en centros públicos como privados.
Asimismo, a partir de hoy en algunos hogares de acogida se podrán guardar armas y municiones, siempre y cuando estén bajo llave.
La legislación también evita que los dueños de casas en alquiler incluyan cláusulas en los contratos que prohíban las armas de fuego a sus inquilinos y invitados; y que las asociaciones de propietarios veten su almacenaje en instalaciones para arrendar.
Por último, este domingo entró en vigor otra ley que permite a los ciudadanos portar armas sin licencia en áreas que hayan sido declaradas en desastre o catastróficas.
Esas ocho normas están desde este domingo en efecto, pese a que en el último mes se han registrado dos grandes tiroteos en Texas.
El pasado 3 de agosto, el estado vivió el mayor atentado contra la comunidad latina en EE.UU., con la muerte de veintidós personas -ocho de ellas mexicanos- en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.