CHARLESTON, EE.UU., 5 de septiembre (AFP/EFE/AP).- El huracán “Dorian”, que redujo a escombros parte de las islas Bahamas y ha dejado al menos 30 muertos, azotó el sureste de Estados Unidos este jueves con fuertes vientos, intensas lluvias y la amenaza de marejadas.
Varias naciones se sumaron a los esfuerzos de rescate para las miles de víctimas del meteoro en las islas Ábaco y Gran Bahama, en el norte del archipiélago, mientras que en Estados Unidos los residentes de Carolina del Norte y Carolina del Sur se preparaban para una tormenta de categoría 2.
En Charleston, Carolina del Sur, las rachas de 126 Km/hora anunciaban la cercanía de la tormenta, así como la fuerte lluvia y algunas inundaciones en las zonas bajas de esta ciudad portuaria.
Muchos residentes de la costa acataron las órdenes de evacuación, mientras otros aún protegían sus viviendas y negocios con tablones de madera y estaban dispuestos a capear la tormenta.
Zonas céntricas de Charleston se inundaron y algunas personas se desplazaban en kayak por las calles de esta ciudad costera, según imágenes de video que también muestran árboles doblados por el intenso viento que soplaba desde el mar.
El estado de Florida salió en gran medida ileso del paso de “Dorian”.
Se prevé que mañana viernes Dorian se aleje ya de las costas de EE.UU. y se adentre el océano Atlántico.
Decenas de miles sin electricidad
El jueves temprano, más de 68,700 usuarios en el condado Charleston y al menos 15,200 en Beaufort estaban sin electricidad, de acuerdo con Dominion Energy. Berkeley Electric Cooperative reportó que otros 12,600 clientes estaban sin servicio en el condado de Charleston.
En una nota de prensa, Duke Energy dijo prever que el meteoro causara apagones en 700,000 inmuebles en las Carolinas y señaló que había desplazado recursos de 23 estados y Canadá para responder “tan rápido como sea posible hacerlo”.
Más de 1,500 personas acudieron a 28 refugios en Carolina del Sur. Los aguaceros comenzaron el miércoles por la noche en la histórica ciudad portuaria de Charleston, situada en una península propensa a las inundaciones.
Infierno total
La extensión del daño en Bahamas comenzaba aconocerse este jueves, a medida que los equipos de socorro lograban recorrer el área para rescatar sobrevivientes y llevar ayuda a las víctimas.
El primer ministro bahameño, Hubert Minnis, dijo que el huracán dejó una “devastación generacional” y al menos 20 muertos, aunque es de esperarse que esta cifra aumente.
Naciones Unidas advirtió que unas 70,000 personas que están en Bahamas necesitan “ayuda inmediata”.
“Es un infierno en todas partes”, dijo a la AFP Brian Harvey, un canadiense que vive en Ábaco.
La Guardia Costera estadounidense y la Marina Real británica transportaron sobrevivientes y suministros de emergencia a medida que las aguas de las inundaciones retrocedían en las Bahamas.
En Gran Bahama se usaron motos acuáticas y botes para sacar a víctimas de las casas inundadas o destruidas por la tormenta.
El PMA compró ocho toneladas de comida preparada para transportarla “pronto” a Bahamas y distribuirla entre la población más afectada
por el huracán. Unas 85 toneladas serán enviadas en los próximos tres meses.
Este organismo también está estableciendo un puente aéreo desde el centro de la ONU en Panamá para enviar infraestructuras de almacenamiento, grupos electrógenos y oficinas prefabricadas hacia los dos principales islas para crear dos plataformas logísticas.
El sector privado turístico, muy importante para Bahamas, también está donando material de primera necesidad tal es el caso de la Asociación Bahameña de Hoteles Turísticos, la Fundación Sandals -cadena dedicada al turismo de lujo- y las líneas de cruceros, entre muchos otros.
Ascienden a 30 los fallecidos
Los muertos en Bahamas por el huracán ascendieron este jueves a 30 en las islas de Gran Bahama y Ábaco, informó el primer ministro, Hubert Minnis, quien anunció vuelos gratis para abandonarlas en cuanto se puedan habilitar zonas seguras de aterrizaje.
En una entrevista con la cadena estadounidense CNN, Munnis reiteró que la cifra oficial “a buen seguro subirá”.
“Si no hubiera sido por la rápida llegada de ayuda de Estados Unidos, las cifras de fallecidos serían aún mayores y no habríamos avanzado tanto en lo que a la distribución de ayuda se refiere”, subrayó.
Las tareas de búsqueda, rescate y entrega de ayuda a supervivientes en las Islas Ábaco y Gran Bahama, en las Bahamas, continúan a cuentagotas.
La primera ministra de Barbados, Mia Motley, así como el primer ministro de Santa Lucía y presidente de la Comunidad del Caribe (Caricom), Allen Chastanet, llegaron este jueves a Bahamas donde se reunirán con el primer ministro, Hubert Minnis, quien les planteará la ayuda necesaria.
Minnis dijo que enviará fuerzas policiales y de defensa adicionales a Ábaco y Gran Bahama, ya que se han registrado casos de pillaje y saqueos, tras el paso del fenómeno atmosférico.
“Juliette” se debilita
Por su parte, el huracán “Juliette” se degradó en las últimas horas a la categoría 1 en aguas del Pacífico y por su lejanía de las costas de oeste de México ya no afecta al país, informó este jueves el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
“El huracán “Juliette” categoría 1, se localiza al oeste-suroeste de la Península de Baja California. Continúa alejándose de costas mexicanas”, apuntó el Meteorológico en su boletín más reciente, de las 04.15 hora local (09.15 GMT).
Por su lejanía de las costas, “no representa riesgo para las costas mexicanas”, apuntó.