Internacional

Ultimo vuelo del general

Desde el primer momento llamó la atención que bajo tensión extrema, el general Qasem Soleimani, el más relevante de los militares persas, que ejercía un liderazgo popular, viajara en una línea comercial privada y fuertemente cuestionada.

Cham Wings Airlines, la segunda compañía aérea siria, cuyo propietario, Issam Shammout, y sus empresas forman parte de la lista de “Personas Especialmente Designadas” del Departamento del Tesoro, lo cual significa que Estados Unidos los considera vinculados al terrorismo internacional y su actividad es monitoreada.

A pesar del hermetismo que rodea el suceso, se puede establecer que el general Soleimani llegó al aeropuerto de Damasco en un vehículo todoterreno, acompañado por cuatro militares. El auto se detuvo ante una escalera que conducía al Airbus A320 de Air Cham Wings con destino a Bagdad. Según un empleado de la instalación que conversó con Reuters, los cinco hombres no alternaron con nadie en la terminal aérea, ni realizaron trámites, sino que ingresaron directamente al aparato.

Enterados del ataque contra el general Soleimani en Bagdad, Falih al-Fayadh, asesor de Seguridad Nacional de Irak, ordenó el cierre de la terminal de Damasco, impidiendo la salida del personal de seguridad, policías y empleados. Según trascendidos no verificados, en los aeropuertos de Damasco y Bagdad pueden haber actuado agentes que colaboraron con la operación estadounidense.

También es curioso que el más famoso de los militares iraníes, jefe del cuerpo a cargo de las operaciones encubiertas en el extranjero, fuera recibido en la terminal de Bagdad por una comitiva encabezada por Abu Mahdi Muhandis, otra celebridad, jefe adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular (PMF) de Irak. La presencia de estas personas puede haber servido como marcador de la jerarquía del visitante que se esperaba.

El hecho de que a su arribo a Bagdad el general Qasem Soleimani desembarcara por la terminal de carga del aeropuerto, hace suponer que en el avión no viajaban otros pasajeros. El relativo aislamiento de esa zona, si bien pudo haber sido un argumento a favor de la discreción y la seguridad, también pudo facilitar la operación del dron, un sofisticado aparato cuya envergadura requiere de espacio para maniobrar.

Según una minuciosa reconstrucción de los hechos, el aparato que transportaba a Soleimani tocó la pista del aeropuerto de Bagdad alrededor de las 12:30 am del 3 de enero (hora local). Según imágenes de las cámaras de seguridad, Soleimani y sus tres acompañantes dejaron la nave por una escalera que conectaba directamente con la pista.

A las 12:55, apenas 25 minutos después de haber arribado a la terminal y justo a la salida del aeropuerto, dos misiles impactaron al vehículo que transportaba a Soleimani y Muhandis. El auto de la seguridad fue el segundo blanco. El resto de la historia es conocida, aunque abundan las interrogantes. En la esfera en que el general Soleimani realizaba su trabajo, abundan las traiciones y las zancadillas.

Ante un enemigo letal como Estados Unidos, el menor descuido puede resultar fatal. Al menos queda la enseñanza.