Internacional

En la silla del reo

Pedro Díaz Arcia

Exactamente al mediodía del 20 de enero de 2017 Donald Trump, con rostro demudado, colocó su mano sobre dos ejemplares de la Biblia, uno era un regalo de la madre y otro había pertenecido a Abraham Lincoln y repitió las palabras de rigor del juramento convirtiéndose en el 45º presidente de Estados Unidos.

A tres años justos del ceremonioso ritual y el mismo día en que el gobernante estadounidense se dirigía a los asistentes al Foro de Davos (Suiza), se iniciaba en el Capitolio el impeachment en su contra a propuesta de la Cámara de Representantes que afirma cometió violaciones incompatibles con el cargo.

Mientras en la estación invernal la elite capitalista comenzaba los debates, conferencias y reuniones privadas con la finalidad de cada quien de mejorar su status, pero con la vista puesta en atajar cualquier factor que atente contra el sistema. En lo relativo al cambio climático y a otras situaciones apremiantes el Foro escuchará las voces de algunos jóvenes e incluso es posible que apoyen sus iniciativas.

¿Cuántos millones tendrán en sus arcas los ricos asistentes?

Oxfam, una confederación que agrupa a 17 organizaciones no gubernamentales y que realiza labores humanitarias en decenas de países, publicó su informe anual en vísperas del Foro como es usual. Según los datos de 2019, un total de 26 multimillonarios poseían más dinero que las 3,800 millones de personas más pobres del planeta; en 2017 eran 43; en la información de 2020 sólo 22 multimillonarios superan la riqueza de todas las mujeres de Africa. Una evidencia de la concentración cada vez mayor del capital. Conclusión, la desigualdad “está fuera de control”.

El Indice de Pobreza Muldimensional (IPM) 2019 confeccionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destacó que en 101 países y más de mil regiones a nivel subnacional hay mil 300 millones de personas pobres. Para más objetividad las investigaciones trascendieron la medición de los ingresos como el “indicador exclusivo” de la pobreza para una visión tridimensional: salud, educación y nivel general de vida.

No es casual tampoco que la consultora de riesgo Eurasia, en su informe anual calificara por primera vez a Estados Unidos como el principal peligro para este año. Ian Bremmer, presidente de la firma, dijo que la contienda de noviembre: “Será el peor ambiente político para unas elecciones nacionales” en ese país, desde el proceso electoral de noviembre en 1876.

La extrema polarización interna azuzada por el juicio político contra el magnate (Forbes estimó una fortuna de 3,700 millones de dólares), adelanta un panorama de riesgos.

El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnel, se ha enfocado en evitar que sean llamados nuevos testigos ante el jurado. La gran preocupación es que comparezca John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional, con su mochila infectada. Ante la posibilidad de un impeachment Bolton dijo a Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y actual abogado del magnate, sería “una granada de mano que nos va a hacer explotar a todos”.

Los republicanos quieren rebajar el juicio al alegato de la defensa y pasar pestillo tal y como lo pide la Casa Blanca. Es dudoso que todo cuanto debe ventilarse salga a la luz. Y de salir quién sabe…

Aunque se da por descontado que la mayoría republicana en el Senado debe liberarlo de culpas; la presunción de “ilegitimidad” del proceso lo seguirá adonde quiera que vaya diga lo que diga.

Pocas veces como ahora es necesario recordar la sentencia de Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.