Además, según su testimonio, espera algún día mudarse a un hangar con la aeronave para que puedan estar juntos todo el tiempo.
(RT).- Michele Kobke asegura que ha estado saliendo con el Boeing 737-800 desde que lo conoció en el aeropuerto Tegel (Berlín) en 2014. Asegura que se sintió inmediatamente atraída por las alas, los alerones y los propulsores de la aeronave cuando la vio por la ventana del aeropuerto.
Este 'amor a primera vista' resultó en un 'romance vertiginoso'. La mujer de 30 años incluso logró que se le permitiera besar el ala del avión el año pasado.
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"Ese momento en el hangar fue el más hermoso de mi vida y cuando estaba con él, disfrutamos nuestro tiempo juntos, nos besamos y lo acaricié", expresó la mujer a The Mirror.
Kobke solo vio a su "schatz" ("cariño", en alemán) dos veces desde entonces. Sin embargo, espera que la relación realmente 'despegue' cuando la pareja se case en una ceremonia íntima en Países Bajos en marzo, y algún día mudarse a un hangar con el avión para que puedan estar juntos todo el tiempo.
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La mujer tiene ideas muy claras sobre cómo quiere que transcurra el día de la boda. "No me gustaría ponerme un vestido blanco, sino vestirme con elegancia con pantalones y un blazer negros", explicó.
"Quiero que alguien nos case a nosotros y diga: '¿Quieres casarte con tu 737-800'? Entonces, yo diré: 'Sí' . Nos besaremos y luego podemos estar juntos para siempre", confesó la enamorada.
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La peculiar relación de Kobke con el Boeing es muy inusual, pero no una situación desconocida. Se trata de un ejemplo de objetofilia , una forma de atracción romántica centrada en objetos inanimados particulares.