Internacional

Irán clama venganza

BAGDAD, Irak, 3 de enero (AFP/EFE/AP/REUTERS).- Decenas de miles de personas salieron a las calles de Teherán este viernes tras el ataque con un dron de Estados Unidos que mató en Irak al poderoso general iraní Qasem Soleimani, al que Washington acusó de estar preparando una “acción importante” contra sus intereses, mientras la comunidad internacional urgía moderación a todas las partes.

El presidente Donald Trump dio la orden de “matar” a Soleimani después del ataque de una turba proiraní a la embajada estadounidense en Bagdad el martes.

Soleimani, de 62 años, era el jefe de la fuerza Al Quds, encargada de las operaciones exteriores en el seno de los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico iraní.

Empleados estadounidenses en el sector petrolero iraquí abandonaron ese país, que desde hace meses vive además desgarrado por una revuelta popular contra el Estado y la clase política, acusada de corrupción.

La muerte de Soleimani es una “escalada extremadamente peligrosa e imprudente”, advirtió este viernes el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif.

“No hay ninguna duda sobre el hecho de que la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos”, declaró el presidente iraní, Hasan Rohani.

“Horrible crimen”

Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras China, Rusia, la Unión Europea, Gran Bretaña, Francia o Alemania llamaron a la calma y a la prudencia, Irán y el Hezbolá libanés, el Hamas palestino, o los hutíes yemeníes clamaron venganza. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu interrumpió su viaje a Grecia para regresar de urgencia al país.

La diplomacia iraní convocó al responsable de la embajada suiza, que representa a los intereses de Estados Unidos en Teherán.

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró por su parte mediante un tuit que a pesar de este ataque, cuyas consecuencias se pueden extender a toda la región, Estados Unidos está “comprometido con la desescalada”.

El ayatolah Alí Jamenei, nombró rápidamente a un sustituto de Soleimani al frente de Al Quds, el brigadier general Esmail Qaani.

“Los servicios de inteligencia estadounidenses seguían a Qasem (Soleimani) desde hacía años, pero nunca apretaron el gatillo. Él lo sabía pero no midió hasta qué punto sus amenazas (...) cambiarían las cosas”, dijo a la AFP Ramzy Mardini, del Institut of Peace.

“Trump cambió las reglas al eliminarlo”, aseveró.

Entre dos fuegos

Las muertes del viernes incrementan la amenaza que se cierne sobre Irak desde hace meses: su territorio se está convirtiendo en un campo de batalla indirecto entre Irán y Estados Unidos.

El presidente iraquí, Barham Saleh, instó a “todo el mundo a la moderación” mientras que el influyente líder chiita iraquí, Moqtada Sadr, anunció la reactivación de su milicia anti-EEUU, el Ejército de Mehdi.

El gran ayatolá Ali Sistani, figura tutelar de la política iraquí, consideró que el ataque estadounidense era “injustificado”.

Sin embargo, las protestas populares que han sacudido a Irak desde hace meses indirectamente han tenido como objetivo también a las fuerzas chiitas proiraníes que crecientemente controlan el país.

Poco después del ataque, la cuenta Twitter de Pompeo mostró imágenes de una marcha en las calles de Bagdad con una gran bandera iraquí, portada por manifestantes que aparentemente festejaban la muerte de Soleimani.

“La breve alegría de los estadounidenses y los sionistas se convertirá en duelo”, afirmó el portavoz iraní Ramezán Sharif a la televisión estatal.

El Departamento de Estado estadounidense pidió a sus ciudadanos el viernes que abandonen Irak “inmediatamente”, luego de que un bombardeo orquestado por Washington mató al comandante iraní Qasem Soleimani en Bagdad.

División política en EE.UU.

Las consecuencias del asesinato selectivo de una de las figuras más populares de Irán suscitaron también preocupación en Estados Unidos, en un año electoral.

Este bombardeo amenaza con provocar “una peligrosa escalada de la violencia”, advirtió la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi.

Los congresistas de Estados Unidos no fueron informados con anterioridad del ataque ordenado por Trump. El ataque realizado en Irak se ejecutó “sin notificación o consulta con el Congreso”, dijo en un comunicado el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Eliot Engel.

Lejos de provocar una unión, el asesinato del poderoso general iraní, la decisión de Trump dividió aun más profundamente al Congreso estadounidense entre demócratas y republicanos.