Por Manuel E. Yepe
Una de las características más estrambóticas de la Derecha Cristiana estadounidense es su capacidad de ser, al mismo tiempo, antisemita y pro-Israelita.
Esto parece una contradicción insalvable, pero ahí están los casos de algunos grupos evangélicos de extrema derecha como la Coalición Cristiana de América, el llamado Consejo de Investigación Familiar
(FRC) y Enfoque a la familia” que son al mismo tiempo antisemitas y partidarios apasionados de Israel. Se dice que sólo cuando una persona logra profundizar en la ideología del Fin de los Tiempos, que es tan prominente entre los evangélicos blancos, se puede encontrar el sentido que esto tiene para ellos.
Ciertamente, no todos los cristianos son antisemitas; de hecho, la gran mayoría de los católicos y protestantes no lo son. La Derecha Cristiana abraza una manifestación severa de cristianismo protestante fundamentalista que está separada de lo que creen los cristianos no fundamentalistas. En la ideología de la Derecha Cristiana, los judíos serán condenados al infierno eterno a menos que se conviertan al cristianismo protestante fundamentalista. En contraste, numerosos católicos y protestantes de línea principal (protestantes no fundamentalistas como los luteranos, episcopales, presbiterianos y practicantes de la Iglesia Episcopal Africo-Metodista) se sienten felices cuando unen las fuerzas de sus sinagogas para eventos de caridad y están de acuerdo en algunos elementos de las escrituras.
Los católicos y los protestantes de línea principal, como regla, no están interesados en tratar de convertir a los judíos en cristianos; su conclusión es que judíos, musulmanes y cristianos creen en los Diez Mandamientos.
Para la Derecha Cristiana, sin embargo, el judaísmo es un boleto de ida sin regreso al infierno -y eso incluye a los judíos que ellos consideran aliados, como el consejero principal de la Casa Blanca Jared Kushner y el Premier israelí Benjamin Netanyahu. Los evangélicos blancos de extrema derecha, generalmente insisten en que ellos no habían sido antisemitas, aunque afirman que la hija del presidente Donald Trump, Ivanka Trump (convertida al judaísmo) irá al infierno a menos que vuelva al cristianismo (el presidente fue criado como presbiteriano).
El 23 de enero último, la publicación Mother Jones publicó un muy informativo artículo de la periodista Stephanie Mencimer que describía una de las razones más perturbadoras de la derecha cristiana para tratar con tanto cariño al Presidente Trump es que éste tiene la capacidad necesaria para intensificar una guerra catastrófica en Oriente Medio (de la que Israel será una parte clave), que acelerará el regreso de Jesucristo a la Tierra.
La Derecha Cristiana ve en Netanyahu un pecador destinado al infierno que merece el castigo eterno porque se ha negado a bañarse en la sangre de Jesucristo, a quien los judíos y los musulmanes no consideran el Mesías. Pero, no obstante, creen que el primer ministro israelí sí puede jugar un papel en el Fin de los Tiempos y el Rapto.
Por eso están felices de aliarse con él.
Es importante entender que el antisemitismo de la Derecha Cristiana es bastante diferente del antisemitismo de los supremacistas blancos y neonazis, que son amargamente anti-Israel. Mientras que grupos como el Ku Klux Klan (KKK) y el llamado Naciones Arias ven en Israel un enemigo de los arios, la Derecha Cristiana lo ve como un aliado que jugará un papel crucial en el Fin de los Tiempos y el Rapto -aunque los judíos israelíes sólo irán al infierno cuando sean asesinados en la catastrófica guerra de Oriente Medio que los evangélicos del Fin de los Tiempos anhelan.
Entre los evangélicos del Fin de los Tiempos un libro que se considera lectura esencial es “Left Behind”, novela sobre los últimos días de la Tierra, publicada en 1995 y escrito por Jerry B. Jenkins y el difunto Reverendo Tim LaHaye (un evangelista de la derecha cristiana muy influyente). De acuerdo con Mencimer, ese libro de hace un cuarto de siglo aborda “la guerra de Gog y Magog, un conflicto bíblico profetizado en el Libro de Ezequiel”. En la Biblia, Gog es el líder de Magog, un “lugar en el lejano Norte” que muchos evangélicos identifican como Rusia. Según la profecía de Ezequiel, Gog se unirá a
Persia -ahora Irán- y a otras naciones árabes para atacar a un supuesto Israel pacífico que “como una nube cubre la Tierra”. LaHaye, como muchos evangélicos, creía que esta batalla traería el Rapto, evento del fin de los tiempos en el que Dios se llevará a los buenos cristianos al cielo antes de desatar grandes enfermedades plagas y otros horrores en los incrédulos que se queden en la Tierra. Mientras tanto, el Anticristo reinará supremo”.
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