Manuel E. Yepe
Según analistas chinos, el gobierno de Estados Unidos, tras su fracaso en el propósito de contener la epidemia de coronavirus a fin de salvar sus mercados financieros, prepara drásticas medidas que incluyen un paquete de estímulos de un billón de dólares para salvar la economía de Estados Unidos, a expensas de China y de la comunidad mundial, a partir de la hegemonía financiera de EE.UU., dice el sitio digital Global Times en un análisis del periodista chino Wang Cong.
La excesiva dependencia en la moneda estadounidense plantea graves riesgos para el resto del mundo y la necesidad imperiosa de formar una alternativa más fiable y más justa, tomando en cuenta el sistemático abuso de poder por Washington que se expresa de diversas maneras, tanto en guerras comerciales como las disputas geopolíticas.
Continúan apareciendo señales de advertencia de que la economía de EEUU podría caer en una depresión y Washington propondrá un plan de rescate de un billón de dólares que incluye la emisión de cheques personales de mil dólares para todos los adultos de Estados Unidos, 300,000 millones de dólares para los pequeños empresarios; 200,000 millones de dólares para la industria de las aerolíneas y otros sectores, según informes filtrados a medios de comunicación estadounidenses.
Según informó el diario Washington Post el 15 de marzo, el plan que se está negociando en el Congreso es parte de un programa de rescate más amplio que supera los dos billones de dólares y no tendría precedente tanto por su tamaño como por su velocidad. Es mayor incluso que el plan de 800 mil millones de dólares durante la crisis financiera.
Si bien el plan es necesario para la economía de EE.UU., que algunos estiman podría sufrir una contracción del 14% en el segundo trimestre y una tasa de desempleo del 20%. La pregunta que muchos e hacen es, ¿quién respaldará esa cuenta?
Para rescatar su tambaleante economía, EE.UU. tendrá que imprimir mucho dinero en efectivo, lo que hará bajar el valor del dólar, la mayor moneda de reserva del mundo, y eso significa una afectación masiva a otros países que tienen moneda de EE.UU.
Todos los países que tienen reservas en moneda de EE.UU. están regalando indirectamente mucho dinero en efectivo a sus ciudadanos, o sea, están siendo generosos a expensas de otros.
El dólar estadounidense sigue siendo la moneda de reserva más grande del mundo. Representa el 63% de las reservas mundiales de divisas (Forex), porque muchos países necesitan la moneda estadounidense para el comercio transfronterizo y las transacciones de productos básicos.
China tiene 3.1 billones de dólares en reservas de divisas y Japón tiene 1.2 billones, en comparación con los 44,000 millones de dólares de EE.UU., según un informe citado en la prensa china (Global Times).
Según los analistas, otros países, especialmente los mercados emergentes, podrían sufrir más daños incluso después que la crisis haya terminado, debido a la revalorización de los activos financieros y de otro tipo y al cambio en los flujos de capital debido a las fluctuaciones en el valor del dólar.
Cuando el coronavirus se propagó por todo el mundo, la dirigencia estadounidense, Trump incluido, minimizó los riesgos y pregonó los sólidos fundamentos de la economía estadounidense. Ahora los EEUU tienen opciones muy limitadas para mitigar el daño, pero los planes drásticos que cuestan mucho a los contribuyentes de EE.UU. así como a todo el mundo, señalan los analistas.
Aún más perjudicial es la fijación de los EE.UU. en señalar a otros en lugar de ayudar a coordinar los esfuerzos mundiales. En 2008, las principales economías coordinaron sus planes y todos colaboraron. Los analistas señalaron entonces que China desempeñó un papel fundamental en la resurrección de la economía mundial con un plan de estímulo masivo que mantuvo sus fábricas en funcionamiento e impulsó la demanda mundial.
Durante esta crisis, todos los países están tomando cartas en el asunto. Tras sufrir duras críticas del extranjero y los efectos de las consecuencias imprevistas de su plan de estímulo masivo de 2008, China ha adoptado un enfoque más comedido durante esta crisis con un estímulo únicamente dirigido a un objetivo.
“El mundo no tiene a nadie a quien culpar que no sea Estados Unidos, específicamente a su presidente Donald Trump y hacerlo con la certeza de que después que todo esto termine, habrá mucha discusión y espero que lleguemos a un nuevo sistema que no sólo favorezca a Estados Unidos, sino a todos”, resume Global Times.
(http://manuelyepe.wordpress.com)
(*)Este artículo se puede reproducir citando al periódico POR ESTO! como fuente.