Por Gustavo Robreño
Nadie vaya a imaginar que la pandemia del Covid-19, con sus restricciones y aplazamientos, ha logrado paralizar totalmente el curso de los acontecimientos mundiales. Más bien, ha introducido nuevas dudas e incertidumbres sobre sus posibles consecuencias económicas y políticas, acentuando situaciones que ya venían desarrollándose, alrededor de las cuales se hacen desde hoy diferentes augurios acerca de los desenlaces que cada una de ellas pudieran traer.
Tener en cuenta que el enfrentamiento, la eficacia y los resultados que se deriven de la grave situación epidemiológica se reflejarán sin duda en los diferentes escenarios post virus y ejercerán su influencia de una forma u otra.
Gobernantes negligentes y mentirosos como Donald Trump y Jair Bolsonaro deberán seguramente pagar el precio de su actuación, llena de desacuerdos, contradicciones y engaños, pretendiendo culpar a otros de su manifiesta irresponsabilidad y soberbia. En el caso del mandatario yanqui, sus desesperados afanes reeleccionistas pudieran ser afectados, pues en Estados Unidos los efectos de la epidemia comienzan a expresarse en los indicadores económicos y el empleo, que él enarbola hasta ahora como sus cartas de triunfo y están en peligro.
Culpar a China de la pandemia no ha sido suficiente para el magnate instalado en la Casa Blanca -mentiroso patológico- que debe buscar en los próximos meses argumentos suficientes para refutar a Joe Biden, quien se le acerca en busca del relevo.
Bolsonaro es peje de menor cuantía, cubierto de ridículo e ineficacia; en su afán de seguir al amo Trump dejó en la Florida los contactos del virus y contagio hasta al alcalde de Miami. Su hijo Eduardo, personajillo corrupto y vinculado a las mafias, también acusa a los chinos mientras ambos siguen enredados en un probable juicio político que tendrá lugar en la Cámara de Diputados.
En otras regiones del mundo tampoco cesan los acontecimientos de envergadura, como es la anunciada ofensiva ruso-siria para liquidar a los grupos terroristas que aún se sostienen en la frontera Norte con Turquía y la trágica situación de más de tres millones de refugiados que tras languidecer en territorio turco son empujados hacia Grecia, país de la Unión Europea que ahora se niega a acogerlos, rompiendo así compromisos previos entre la Unión y las autoridades turcas.
Simultáneamente, los precios internacionales del mercado petrolero siguen bajando como consecuencia del descenso de la actividad económica en general y ello, como de costumbre, perjudica a unos y beneficia a otros, aunque los expertos señalan que ya se había obtenido una relativa estabilidad aceptable para todos cuando sobrevino esta brusca caída.
Si bien las noticias del coronavirus predominan en los medios, no pueden ignorarse otros importantes sucesos que siguen aconteciendo e influyendo en el panorama mundial, incluida América Latina y el Caribe, y pueden llegar a relacionarse con la situación epidemiológica.
(gustavo.robreno@nauta.cu)