MIAMI, Estados Unidos, 8 de marzo (EFE).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asistió este domingo en Miami a la firma de un acuerdo militar con Estados Unidos, que, según el jefe del Comando Sur (Southcom), Craig Faller, va a ayudar a enfrentar regionalmente amenazas como la que supone la crisis de Venezuela.
“Es un acuerdo histórico”, dijo Faller, quien recibió a Bolsonaro en la sede del Southcom, en Doral, una ciudad vecina a Miami habitada mayoritariamente por venezolanos.
Bolsonaro, que este sábado se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Palm Beach, a unos 110 kilómetros al norte de Miami, es el primer presidente de Brasil que visita el Southcom, la institución responsable de las operaciones militares de EE.UU. en Latinoamérica y el Caribe.
En la ceremonia quien habló en representación del Gobierno brasileño fue el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, quien además fue el firmante del Acuerdo de Investigación, Desarrollo, Prueba y Evaluación (RDT&E).
Bolsonaro y Azevedo se reunieron con Faller y otros militares estadounidenses antes de la firma para tratar de “las oportunidades y amenazas” regionales y de “cómo trabajar juntos”.
El presidente de Brasil no hizo declaraciones y ni siquiera compareció ante la prensa junto a Faller y Azevedo.
La alianza Trump-Bolsonaro
El RDT&E suscrito hoy, que debe ser ratificado por los Congresos de los dos países para su entrada en vigor, facilitará la apertura del mayor mercado de defensa del mundo para la industria brasileña.
El nuevo acuerdo, según el ministerio de Defensa de Brasil, puede ampliar el acceso al mercado estadounidense, así como la formalización de otros pactos en el sector de defensa, al reducir los procesos burocráticos en el comercio de productos de este sector entre Brasil y Estados Unidos.
El tratado estaba en estudio desde el Gobierno de Michel Temer (2016-2018) y las negociaciones se aceleraron bajo el mandato de Bolsonaro, un militar retirado que ha encontrado en Trump un amigo comercial y militar.
Trump anunció en 2019 al Congreso estadounidense su interés de declarar a Brasil como aliado militar estratégico de EE.UU. fuera de la OTAN, lo que permitirá profundizar la cooperación en defensa con el gigante suramericano, el segundo país del continente que lograría ese estatus especial, después de Argentina.