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CIUDAD DEL VATICANO, 10 DE ABRIL (AP/AFP/EFE).- En señal de obediencia humilde, el Papa Francisco se postró el viernes durante unos minutos en el suelo de la casi vacía Basílica de San Pedro para la Misa por la Pasión de Cristo, donde el predicador papal dijo que el coronavirus le ha recordado a los fieles que son mortales, no todopoderosos.

Mientras Francisco escuchaba atentamente la misa de Viernes Santo, el padre Raniero Cantalamessa dijo a los presentes -algunos prelados, miembros del coro y a una veintena de otros fieles- que “apenas el elemento más pequeño y sin forma de la naturaleza, un virus, nos ha recordado que somos mortales” y que “el poder militar y la tecnología no son suficientes para salvarnos”.

La misa solemne se realizó sin fieles, como todas las ceremonias de la Semana Santa en el Vaticano esta semana, como parte de las medidas de contención contra la propagación del virus que causa el COVID-19.

Más tarde, en una plaza vacía de San Pedro, Francisco iba a presidir una procesión nocturna para rendir homenaje al sufrimiento de Jesús. Normalmente, miles de peregrinos y romanos habrían acudido en masa al Coliseo de Roma para presenciar la procesión del Camino de la Cruz, iluminada por antorchas y presidida por Francisco, pero eso fue cancelado debido a la pandemia y se mudó a la vasta plaza del Vaticano.

Cantalamessa dijo que cuando la pandemia termine, “volver a las cosas como eran será ‘la recesión’ a la que deberíamos temer más”. Dijo que el virus derribó “barreras y distinciones de raza, nación, religión, riqueza y poder”.

“Muertos en el frente”

Durante el servicio en la basílica se ofrecieron oraciones por aquellos que contrajeron o sucumbieron al virus, así como por el personal de atención médica que atiende a los enfermos.

“Los médicos, enfermeros, enfermeras, hermanas, curas” que murieron combatiendo la pandemia del coronavirus son “muertos en el frente como soldados que dieron su vida por amor”, declaró este viernes el papa Francisco a la cadena italiana Rai1.

El sumo pontífice considera que esas personas pasan a formar parte de los “crucificados de la Historia”, según declaró, por teléfono, en un programa dedicado al Viernes Santo, en el que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús.

Vía crucis inédito

El viernes por la noche, a la luz de las antorchas, el jefe espiritual de 1,300 millones de católicos celebró un Vía Crucis en formato reducido por la plaza de San Pedro del Vaticano, acordonada por la policía.

Estuvo acompañado por un grupo de cinco detenidos de una prisión de Padua y por un grupo de cinco médicos y enfermeros del Vaticano.

Desde 1964, el Vía Crucis en presencia del Papa tenía lugar con miles de fieles en torno al anfiteatro romano del Coliseo, espléndidamente iluminado.

Con un Viernes Santo en un mundo aislado por la pandemia del coronavirus, los cristianos presentes en Jerusalén conmemoraron la crucifixión de Jesús sin los solemnes servicios eclesiásticos o las emotivas procesiones de años pasados.

En tiempos normales, decenas de miles de peregrinos del mundo recorren los pasos de Jesús en la Semana Santa que culmina con la Pascua. Sin embargo, este año se suspendieron vuelos y los sitios religiosos en Tierra Santa están cerrados en un intento de las autoridades por tratar de evitar la propagación del virus.

Plaza sin público

En Roma, el Vía Crucis alumbrado con antorchas en el Coliseo es uno de los momentos destacados de la Semana Santa y atrae a grandes grupos de peregrinos, turistas y locales. Este año se canceló, junto con otras reuniones públicas en Italia, que lucha contra uno de los peores brotes.

En lugar de presidir la procesión del Vía Crucis, el Papa Francisco dirigió una ceremonia de Viernes Santo en la plaza San Pedro sin el público.

“Los médicos, enfermeros, enfermeras, hermanas, curas” que murieron combatiendo la pandemia del coronavirus son “muertos en el frente como soldados que dieron su vida por amor”, declaró este viernes el Pontífice a la cadena italiana Rai1.

El Papa Francisco presidió esta noche el tradicional Vía Crucis, pero sin fieles y en la plaza de San Pedro, no ante el Coliseo romano.