Internacional

¿Elección presidencial del siglo?

Alfredo García

La elección presidencial a finales de año, puede no ser recordada como el triunfo del candidato demócrata, sino como la desaparición de una pesadilla.

Hasta hace muy poco el incondicional respaldo republicano a la candidatura de Trump para su reelección, contrastaba con las indecisiones políticas de la clase dirigente demócrata. Sin embargo, tras el repunte del ex Vicepresidente, Joe Biden, a partir de las primarias de Carolina del Sur y el Supermartes, la renuncia de los precandidatos que hasta ese momento competían brindándole su apoyo y el temprano retiro del Senador, Bernie Sanders, junto a sus declaraciones de apoyo sin reservas a Biden, convierten al exvicepresidente en creíble rival de Trump el próximo 3 de noviembre.

“Te necesitamos en la Casa Blanca. Haré todo lo que pueda para que eso suceda, Joe”, declaró Sanders, quien ha impulsado un programa de transformación social entre el electorado demócrata, con particular respaldo de los jóvenes. “Hoy pido a todos los americanos, a todos los demócratas, a todos los votantes independientes, le pido a muchos republicanos que se sumen a esta campaña para apoyar su candidatura, la cual yo apoyo”, manifestó el Senador de Vermont durante una videoconferencia.

Por su parte, Biden declaró: “Creo que a la gente le va a sorprender que diferimos en algunos asuntos, pero que coincidimos en muchos otros. Te voy a necesitar, pero no ya para la campaña, si no para gobernar”.

El apoyo del izquierdista Sanders al moderado Biden a 6 meses de las elecciones, fue un sabio esfuerzo para aproximar ideológicamente a las bases demócratas contra la candidatura de Trump y brindó la oportunidad al ex Presidente, Barack Obama, de entrar en la contienda electoral. “Escoger a Joe para ser mi Vicepresidente, fue una de las mejores decisiones que he tomado; creo que Joe tiene todas las cualidades que necesitamos en un presidente en estos momentos. El tipo de liderazgo que está basado en el conocimiento y en la experiencia, en la humildad y la honestidad, la empatía y la elegancia, ese tipo de liderazgo no solo tiene que estar en los capitolios estatales y las alcaldías. Tiene que estar en la Casa Blanca”, declaró Obama en un video.

“Están muriendo miles de personas por coronavirus y la economía se dirige a una recesión sin precedentes en un siglo. Joe estaba ahí cuando reconstruimos la economía tras la Gran Recesión y rescatamos la industria del automóvil” (…) “Más aún, Joe me ayudó a gestionar el H1N1 (el anterior virus con potencial de pandemia) y prevenir la epidemia del ébola. Joe tiene el carácter y la experiencia para guiarnos en uno de nuestros momentos más oscuros y sanarnos en una recuperación que será larga”, concluyó Obama.

No es secreto que desde el comienzo de las primarias demócratas, la dirección del partido demócrata buscó la orientación política del ex Presidente sobre el camino a seguir. Sin embargo, Obama supo mantenerse activo, ignorando la controversia interna demócrata, hasta un día después del apoyo de Sanders a Biden. Con el aval de Obama al ex Vicepresidente, el debate de ideas iniciado en las primarias con más de 20 precandidatos, toma el camino del consenso político para brindar una oportunidad cierta a la victoria electoral.

Por otro lado la virtual III Guerra Mundial desatada por el inesperado “enemigo invisible” del coronavirus, aunque no se vean los bombardeos ni se escuchen los cañones, que hasta el momento en todo el planeta ha ocasionado más de 158 mil muertes, 2 millones 310 mil heridos (infectados), miles de millones de personas sin trabajo, una economía en recesión y casi 5 mil millones de personas encerradas en sus hogares, puede convertir el escenario electoral norteamericano en una arena movediza para la torpeza política de Trump.