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Bosques tropicales podrían expulsar carbono con el cambio climático

FORT LAUDERDALE, Florida, EE.UU., 21 de mayo (AP/AFP).- Ante el pronóstico de una intensa temporada de huracanes este año en el Atlántico -de 13 a 19 tormentas con nombre-, los especialistas estadounidenses en preparativos para desastres destacaron la importancia crucial de que los habitantes de esas zonas tengan planes de alojarse con parientes o amigos en lugar de refugios, debido a la pandemia de coronavirus.

“Los refugios son para seguridad, no para comodidad, de la gente”, dijo Carlos Castillo, subdirector interino de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA, por sus siglas en inglés).

“El distanciamiento social y otras normas de los CDC para resguardarse del COVID-19 puede afectar el plan de preparativos para los desastres que uno había elaborado, incluidos la mochila con provisiones, la ruta de evacuación, el refugio y demás”, dijo Castillo en referencia a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).

Seis a 10 de esos meteoros podrían adquirir fuerza de huracán, con vientos de al menos 120 kilómetros por hora y entre tres y seis de ellas podrían ser huracanes de gran potencia, capaces de provocar devastación generalizada.

“No es posible pronosticar cuántos tocarán tierra”, dijo Neil Jacobs, jefe interino del Centro de Pronóstico Climático de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés). La agencia actualizará el pronóstico en agosto, cuando comiencen los meses más activos de la temporada del Atlántico.

La región ha sido de “gran actividad” desde 1995, generada por el alza de las temperaturas del océano y la fuerza de los monzones en África occidental, dijo el meteorólogo de la NOAA Gerry Bell.

La temporada del Atlántico tiene en promedio 12 tormentas con nombre, pero la de 2019 fue la cuarta consecutiva con más de 18, entre ellas los tres grandes huracanes Dorian, Humberto y Lorenzo. El único cuatrienio similar fue el de 1998-2001.

La temporada transcurre oficialmente entre junio y noviembre, pero la tormenta tropical Arthur se adelantó la semana pasada frente a la costa atlántica de Estados Unidos.

“A medida que los estadounidenses centran su atención en una reapertura sana y segura de nuestro país, sigue siendo de importancia crucial que hagamos los preparativos necesarios para la inminente temporada de huracanes”, dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross. “Así como en años anteriores, los expertos de NOAA se anticiparán a los huracanes y tormentas tropicales en desarrollo y harán los pronósticos y advertencias de los que depende nuestra seguridad”.

Papel de los bosques tropicales

Los bosques tropicales podrían perder su destacado papel de almacén de carbono si la temperatura diurna supera los 32 ºC, lo que podría ocurrir en casi tres cuartas partes de los bosques si la temperatura global aumenta 2 ºC, según un estudio publicado el jueves en Science.

“Los bosques tropicales almacenan actualmente el equivalente a un siglo de emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, el cambio climático podría reducir esas reservas si el crecimiento de los árboles disminuye o si la tasa de mortalidad de los árboles aumenta, lo que al mismo tiempo aceleraría el cambio climático”, indicó en un comunicado el Cirad, un instituto francés de investigación agrónoma que participó en el estudio.

Los investigadores midieron más de medio millón de árboles en 813 bosques tropicales de todo el mundo para evaluar la cantidad de carbono almacenado. En la actualidad, los bosques tropicales actúan como depósitos de carbono, “pese a la subida de las temperaturas”, indicó el comunicado.

Sin embargo, “las reservas de carbono almacenado en esos bosques seguirá estable mientras que la temperatura diurna no alcance los 32 ºC. Más allá de ese umbral, las reservas disminuyen muy fuertemente”, explicó Bruno Hérault, coautor del estudio y especialista en bosques tropicales en el Cirad.