Internacional

Tras violentas protestas contra el racismo

MINNEAPOLIS, Estados Unidos, 31 de mayo 2020 (AFP/AP).- Miles de soldados patrullaban el domingo las principales ciudades de Estados Unidos, tras cinco noches consecutivas de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que desembocaron en disturbios, una violencia que el presidente Donald Trump atribuye a radicales de izquierda.

La rabia desatada en el país tras la muerte el lunes en Minneapolis de un hombre negro de 46 años, George Floyd, a manos de un policía blanco, provocó disturbios acompañados de saqueos e incendios provocados en esta ciudad del norte del país.

Trump, señalado de enardecer la violencia por sus calificativos en Twitter, donde calificó de “matones” a los manifestantes, prometió poner fin a “la violencia colectiva” y responsabilizó de los desmanes a la “izquierda radical” y al grupo antifascista Antifa.

En la noche del sábado la violencia también ganó las calles en Nueva York, Filadelfia, Dallas, Las Vegas, Seattle, Des Moines, Memphis, Los Ángeles, Atlanta, Miami, Portland, Chicago, e incluso la capital Washington. Los gobernadores de los estados involucrados convocaron a la Guardia Nacional y, en algunos, decretaron un toque de queda.

Rutas fueron cortadas, autos y comercios incendiados, mientras las fuerzas del orden, desplegadas en gran número, respondieron con gas lacrimógeno y en algunos casos con balas de goma.

Unos 5,000 soldados de la Guardia Nacional fueron desplegados en 15 estados y en Washington, y otros 2,000 estaban listos para intervenir de ser necesario, informó el domingo este cuerpo.

Hallan cuerpo

El cuerpo de un hombre fue encontrado en la madrugada del domingo cerca de un vehículo incendiado en Minneapolis, informó la policía de esa ciudad.

El cadáver, por el momento no identificado, presentaba señales claras de traumatismos, dijo John Elder, vocero de la policía, quien agregó que la unidad de homicidios de la ciudad investiga el caso.

Se desconoce aún si la muerte está relacionada con el estallido de violencia que siguió a la muerte de Floyd.

De Seattle a Nueva York, decenas de miles de manifestantes reclamaron cargos más duros contra los policías implicados en su fallecimiento.