Un nuevo brote de COVID-19 está amenazando a China, luego de que las autoridades de Pekín cancelaron cientos de vuelos y pidieron a sus ciudadanos que pospongan las bodas así como celebren funerales más breves, luego de poner más estrictas las medidas de contención para frenar nuevos focos de Coronavirus a tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El país más poblado del mundo redujo el número de contagios a su mínimo desde el comienzo de la pandemia la pasada primavera, gracias a sus medidas de tolerancia cero que suponen el cierre de fronteras, confinamientos selectivos y largos periodos de cuarentena.
Ahora meses después, China se está enfrentando a nuevos brotes de COVID-19 en una docena de regiones que reciben muchos turistas, lo que ha llevado a las autoridades a ordenar a millones de ciudadanos que se queden en casa, restringir los viajes entre provincias y aumentar los test de detección de coronavirus.
Debido a esto, los ciudadanos deben "posponer sus bodas o eventos grandes, celebrar funerales cortos, no organizar banquetes y reducir las reuniones innecesarias", declaró este viernes el subdirector del centro de control de enfermedades, Pang Xinghuo.
De igual manera los lugares turísticos tendrán que limitarsu capacidad, mientras que el complejo Universal Studios, recientemente inaugurado, entrará en "estado de urgencia de prevención epidemiológica".
Según la plataforma china Feichangzhun, la mitad de los vuelos de los dos principales aeropuertos de la capital fueron cancelados este viernes.
Frente a los centros médicos de la capital se observaban largas filas de ciudadanos que querían cumplir con los estrictos controles anticovid implementados por las autoridades sanitarias chinas.
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RM