A punto de cumplirse 20 años de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, que significaron el fin de su régimen en Afganistán, los talibanes intentan consolidar de nuevo su poder en el país, donde se reanudaron los vuelos de evacuación de ciudadanos.
El jueves un avión con un centenar de extranjeros y afganos a bordo aterrizó en Doha y este viernes otro vuelo con dirección a Catar despegó con 49 franceses y miembros de sus familias a bordo.
Las personas evacuadas el jueves fueron las primeras que pudieron salir del país desde que se puso fin a las evacuaciones masivas y caóticas, en las que se marcharon 123.000 personas en dos semanas, justo antes de que las tropas extranjeras concluyeran su retirada de Afganistán.
Esta reanudación de los vuelos concreta una promesa que según el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, hicieron los talibanes a interlocutores extranjeros: que las personas que quieran dejar el país, puedan hacerlo.
Este viernes, hubo afganos que acudieron a la zona del aeropuerto con la esperanza de poder subirse a un avión y huir de los talibanes.
El gobierno estadounidense reconoció el jueves que los talibanes habían mostrado "flexibilidad" y habían sido "profesionales" sobre la organización de estos vuelos.
La actividad económica en Afganistán sufrirá una severa contracción y los talibanes, ya enfrentados al congelamiento de reservas monetarias del país, deberán ocuparse de un problema tan mundano como la impresión de papel moneda, destacó el viernes el ex gobernador del banco central afgano.
"Es evidente que el acceso a dólares se verá severamente restringido. Pero está también el tema de la moneda local", destacó Ajmal Ahmady en una conferencia virtual organizada por el centro de reflexión Atlantic Council.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
aarl