Tras la decisión del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de subir la edad de jubilación de 62 a 64 años la clase trabajadora ha tomado las calles de París en una jornada de huelga que ha paralizado el país.
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Los ocho sindicatos más grandes del país convocaron a protestas y huelgas reuniendo un aproximado de 400 mil personas, según los datos de la Confederación General del Trabajo.
Debido a las manifestaciones hay escuelas cerradas, se ha visto afectada la circulación de trenes y del servicio del metro y la mayoría de los empleados de la industria energética se encuentra en huelga por lo que la red eléctrica estatal ha confirmado una reducción en la producción eléctrica como consecuencia de los paros.
Hasta el momento se han reportado 30 personas detenidas durante las protestas de París. Los manifestantes han lanzado objetos contra los agentes, que han respondido con gases lacrimógenos a los ataques.
El presidente de Francia, desde Barcelona, respondió ante lo que se vive en la capital y otras provincias francesas como Toulouse, Marsella, Lyon y Perpiñán, entre otras localidades. En Lyon, las autoridades también han realizado 17 arrestos.
Esperando que esta movilización transcurra "sin excesos ni violencia", reconociendo como "legítimo" el derecho de miles de personas manifestarse contra la reforma.
El pasado mes de octubre, los sindicatos de Francia convocaron a manifestaciones contra el gobierno para exigir un aumento al salario mínimo del 20%. También exigen que se adecue al nivel de la inflación, el cual se disparó desde la invasión rusa en Ucrania.
"¡Nos están tomando el pelo! No saben lo que es trabajar hasta los 64 años en estas condiciones y bien podrían encontrar el dinero en otra parte, sobre todo gravando el capital", aseguró Manon Marc, animadora escolar, en París.
La intención del gobierno francés era retrasarla de los 62 a los 65 años como en el resto de Europa, con la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa, lo que ha desatado el descontento social en Francia.
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