Este 1 de octubre de 2024, Shigeru Ishiba asumió el cargo de primer ministro de Japón, tras ser elegido líder del Partido Liberal Democrático (PLD), que ha gobernado el país casi de manera ininterrumpida desde 1955. La votación en el Parlamento japonés para ratificar su nombramiento fue una formalidad, dado el control del PLD en ambas cámaras.
Con 67 años, Ishiba reemplaza al primer ministro saliente, cuyo mandato había llegado a su fin. Su ascenso al poder es visto como un intento del PLD por mantener la estabilidad política y abordar los desafíos que enfrenta Japón, incluyendo la recuperación económica y la seguridad regional en un contexto global cambiante.
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Composición del nuevo Gobierno
Shigeru Ishiba no tardó en anunciar la conformación de su gabinete, que incluye 19 miembros. Entre ellos, destacan dos mujeres, una cifra menor a las cinco que formaban parte del gobierno saliente, lo que refleja la continua baja representación de las mujeres en la política japonesa, un tema que sigue generando debate en el país.
Uno de los nombramientos más esperados fue el de Katsunobu Kato, quien ocupará la cartera de Finanzas. Kato ya había servido como secretario general del Ejecutivo y su nuevo rol es clave en la agenda económica de Ishiba. El exministro de Defensa, Gen Nakatani, regresa al gabinete para encabezar nuevamente la cartera de Defensa, en un contexto de crecientes tensiones regionales, mientras que Takeshi Iwaya será el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, encargado de manejar las relaciones diplomáticas de Japón en un escenario global complejo.
Elecciones legislativas anticipadas
En su primer discurso como primer ministro, Ishiba anunció la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas para el próximo 27 de octubre. La decisión busca consolidar la legitimidad de su nuevo gobierno y garantizar el respaldo popular para las políticas que tiene previsto implementar.
Estas elecciones serán cruciales para el futuro político de Japón, ya que permitirán al nuevo gobierno reforzar su posición en el Parlamento o, en caso contrario, enfrentar una mayor oposición. El PLD espera mantener su mayoría y continuar con su programa de reformas y desarrollo económico. Las encuestas preliminares sugieren que Ishiba cuenta con una base de apoyo sólida, aunque algunos segmentos de la población han expresado su deseo de cambio en ciertos aspectos de la política nacional, como la representación de las mujeres y las reformas estructurales.
Desafíos para el nuevo gobierno
Shigeru Ishiba asume la jefatura de gobierno en un momento de importantes desafíos para Japón. En el ámbito económico, el país enfrenta una desaceleración debido a la crisis global provocada por la pandemia de COVID-19 y otros factores internacionales. Además, el envejecimiento de la población japonesa y la baja tasa de natalidad continúan siendo problemas estructurales que requieren soluciones a largo plazo.
En el escenario internacional, Japón debe gestionar su relación con China, que sigue ampliando su influencia en Asia, así como con Corea del Norte, cuyo programa nuclear es una fuente constante de preocupación. La alianza con Estados Unidos, tradicional socio estratégico de Japón, también será una prioridad para la política exterior de Ishiba, quien se espera que continúe fomentando la cooperación en temas de defensa y comercio.
Otro desafío será fortalecer la presencia de las mujeres en la vida política japonesa. A pesar de los esfuerzos en años recientes, Japón sigue estando rezagado en cuanto a la representación femenina en altos cargos políticos. La baja representación de mujeres en el nuevo gabinete es vista como un reflejo de esta situación.
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