La ex primera dama de Argentina, Fabiola Yáñez, quien actualmente reside en España, entregó al fiscal Ramiro González transcripciones certificadas de mensajes de su teléfono, en el marco de la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández.
La entrega de estos mensajes forma parte de un acuerdo de cooperación entre el Ministerio Público argentino y las autoridades españolas.
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De acuerdo con el diario La Nación, el fiscal González solicitó que Yáñez entregara la totalidad de los datos contenidos en su dispositivo móvil. Sin embargo, la ex primera dama solo proporcionó las transcripciones de algunos mensajes seleccionados, los cuales incluyen detalles sobre presuntos episodios de violencia física y psicológica.
Mensajes y detalles de la denuncia
En los mensajes entregados al fiscal, Yáñez acusa a Fernández de agredirla físicamente y de manipular su versión ante la justicia. Uno de los textos cita: “Me dabas sopapos y me dejabas la cara hirviendo”. En otro mensaje, Yáñez menciona que fue obligada a negar ciertos hechos ante un juez y le recrimina al expresidente por supuestamente difundir rumores en su contra.
El caso surgió luego de que se encontraran evidencias de posibles actos de violencia en el celular de la secretaria presidencial, relacionadas con una investigación sobre tráfico de influencias que involucra a Fernández. Yáñez, quien tiene un hijo con el expresidente, decidió entonces formalizar la denuncia por "lesiones graves doblemente agravadas" y "amenazas coactivas", ambas bajo el contexto de violencia de género.
Declaraciones y medidas judiciales
El fiscal González, en su dictamen, señaló que Yáñez vivió una “relación asimétrica y desigual de poder”, caracterizada por hostigamiento y agresiones. Destacó que la relación se vio especialmente afectada por el ascenso de Fernández a la presidencia en 2019, lo que, según la acusación, agravó la situación de poder desequilibrado.
El juez federal Julián Ercolini ha prohibido a Fernández salir de Argentina y le ha impuesto una orden de alejamiento, que le impide mantener contacto alguno con Yáñez. Aunque el entorno del expresidente ha relativizado el contenido de los mensajes, Yáñez ha declarado públicamente su preocupación de que Fernández use presuntos problemas de adicción como defensa en el proceso legal.
El caso sigue en curso, mientras la justicia argentina analiza el impacto de los mensajes y otras pruebas para determinar los próximos pasos.
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