En un movimiento sin precedentes, más de 600 desarrolladores de software y personal técnico de soporte de The New York Times iniciaron una huelga este lunes 4 de noviembre, en vísperas de las elecciones presidenciales y legislativas de Estados Unidos.
La medida, impulsada por el sindicato Times Tech Guild, que también representa a analistas de datos del diario, es resultado de tensiones acumuladas por semanas de negociaciones fallidas con la directiva de la empresa, que culminaron sin acuerdo el domingo por la noche.
Entre las principales demandas del sindicato está la inclusión de una cláusula de protección contra despidos sin justificación, garantizando que los empleados solo puedan ser cesados por motivos específicos, como mala conducta.
Asimismo, el sindicato exige un aumento salarial sustancial y medidas de equidad en la remuneración entre hombres y mujeres. The New York Times, por su parte, ofreció un incremento salarial del 2.5 por ciento anual y un aumento del 5 por ciento para promociones, lo cual fue calificado por el sindicato como insuficiente.
"Las medidas propuestas no cubren las necesidades mínimas que estamos solicitando", expresó el Times Tech Guild en un comunicado emitido este lunes. Ante la falta de consenso, los trabajadores comenzaron a manifestarse frente a la sede del Times desde las 9:00 a.m., y anunciaron que continuarán sus protestas diariamente hasta que sus peticiones sean atendidas.
La situación se agrava con la denuncia de “prácticas laborales desleales” que el sindicato presentó ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Las quejas incluyen las órdenes de la empresa para que los empleados regresaran a trabajar en la oficina después de la pandemia, así como la presión ejercida para disuadirlos de hacer huelga.
En 2021, trabajadores de Wirecutter, una plataforma de recomendaciones de compras de The New York Times, también realizaron una huelga en plena temporada de Black Friday, y al año siguiente periodistas y editores llevaron a cabo paros similares para demandar mejoras en sus condiciones laborales.
Estas tensiones sindicales han afectado la reputación del Times, que recientemente también fue blanco de críticas por la interpretación de su cobertura internacional, específicamente en temas como el conflicto entre Israel y Hamás y asuntos de derechos trans.
Además, las recientes cifras de suscripción digital revelaron un crecimiento menor al esperado, con 260 mil suscriptores nuevos en lugar de los 300 mil proyectados, una cifra que se consideraba más acorde a la alta demanda informativa de este periodo preelectoral. En consecuencia, las acciones de la compañía registraron una caída del 6.7% en la apertura de la bolsa.
Este panorama evidencia los retos internos y externos que enfrenta uno de los medios más influyentes a nivel mundial, cuya capacidad de adaptación y respuesta a la demanda de su audiencia podría definir el rumbo de sus políticas laborales y empresariales en los próximos meses.
IO