Este miércoles, el expresidente argentino Alberto Fernández fue formalmente imputado por los delitos de lesiones leves y graves, doblemente agravadas, y amenazas coactivas. La imputación se produce después de que su expareja, Fabiola Yáñez, denunciara haber sufrido diversos hechos de violencia desde que inició su relación con el exmandatario en 2016.
El fiscal Ramiro González, quien emitió el dictamen de imputación, tomó esta decisión tras escuchar el testimonio detallado de Yáñez sobre los presuntos actos de violencia que habría soportado a lo largo de su relación con Fernández.
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De acuerdo con el dictamen, el exmandatario deberá ahora enfrentar un proceso judicial en el que se espera que explique su conducta ante las acusaciones.
Además de la imputación de Fernández, la fiscalía ordenó la apertura de una investigación separada para la exministra de Mujeres y Género, Ayelén Mazzina.
El fiscal González planteó que se investigue si el abogado Juan Pablo Fioribello, quien asesoró a Yáñez en su momento, le habría recomendado no presentar la denuncia, lo que podría implicar una obstrucción a la justicia.
Esta imputación coloca al expresidente en una situación legal delicada, enfrentando cargos que podrían tener serias consecuencias tanto en el ámbito judicial como en su carrera política. El proceso legal continuará desarrollándose, con la atención pública centrada en cómo se resolverán estas acusaciones en los tribunales.
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