México

'Vamos para la casa”, les dijo Elizabeth antes de desaparecer

(El Universal) Torreón.— Elizabeth Maldonado Nabor, madre de 34 años, desapareció el pasado 13 de octubre en la ciudad de Torreón, por lo que sus padres solicitan apoyo para encontrarla. “No sabemos nada de ella”, lamenta su madre Tere Nabor. “Espérame, ahorita vamos para la casa”, fue lo último que Elizabeth le dijo la tarde del sábado. La joven le marcó a su madre a las 05:20 de la tarde. “Estoy en un mandado”, le había dicho, sin embargo, no dio detalles.

Tere y su esposo Erasmo se enteraron después por una compañera de trabajo de su hija, que Elizabeth había acudido a cobrar un dinero que le debía un ex compañero de trabajo, de quien, sospechan, podría estar involucrado en la desaparición de su hija. “Salió de su casa en la tarde. Tomó el camión y se bajó en la colonia Valle Oriente. Esa fue la última persona que la vio y ella me habló cuando se había bajado del camión. No pensé que se fuera a tardar”, recuerda.

Sin embargo, Elizabeth no llegó. Su mamá se empezó a preocupar, le marcaba a su celular, pero nadie contestaba. Le envió audios de voz: “Hija, ¿dónde estás?, a la hora que sea, háblame”, pero los mensajes nunca fueron escuchados.

Erasmo, el padre, se fue a trabajar con la esperanza de que su hija regresaría. En el trabajo se comunicó constantemente para ver si su chaparra había llegado. “Es tarde, te estoy esperando”, volvió a mandar un mensaje la madre. Silencio.

Esa noche Elizabeth se quedaría con sus padres y por eso, según explica Tere, no quiso avisar a su yerno. “A lo mejor se entretuvo con unas amigas”, pensó. Elizabeth es operadora en la empresa Takata donde tiene ocho años trabajando.

“Tenemos mucha comunicación. Ella es muy preocupona”, dice Tere. Erasmo marcó al 911 cerca de las 03:00 horas para reportarla como desaparecida. Le pidieron los datos de su hija: salió con pantalón de mezclilla color azul, chaleco de mezclilla azul y blusa color caqui. Mide 1.58 metros, es delgada y morena. Ojos cafés oscuro. Tiene un tatuaje de Mickey Mouse en el tobillo y una rosa con alas en la espalda baja.

Tere no pudo dormir esa noche. “Me asomaba, salía a ver si la veía”, recuerda. El domingo toda la familia se volcó a buscarla en hospitales, separos y Semefos. El lunes pasado pusieron la denuncia ante la Fiscalía de Personas Desaparecidas. Su teléfono no daba línea. La familia ha buscado a la persona que le cobraría el dinero, pero no la han encontrado, por ello creen que tuvo algo que ver en la desaparición.

“Hasta ahorita no sabemos nada de ella”, dice el padre, Erasmo. Elizabeth tiene dos hijos de 16 y 10 años, además de una niña de 12 años.