Tepanatepec, 28 de octubre (AP).— Los coordinadores de la caravana de miles de migrantes centroamericanos que se dirige al sur de México exhortaron a los participantes a descansar el domingo .
Al principio los migrantes parecían resueltos a continuar su camino, pero luego cambiaron de parecer ante los reportes sobre el presunto secuestro de un menor.
Los migrantes anunciaron que permanecerían en Tapanatepec, donde el domingo tendrían una reunión. El sábado por la noche, grupos de migrantes recorrían las calles del poblado señalando que un niño migrante había sido robado. Algo similar desató el pánico en una parada anterior, pero no fue confirmado.
Después de sufrir un retraso de un par de horas cuando agentes de la policía federal impidieron que salieran de la comunidad de Arriaga el sábado por la mañana, la mayoría de los migrantes llegó a Tapanatepec bajo un sol abrasador. Decenas se dirigieron al río Novillero, debajo de la plaza central, para bañarse, lavar su ropa y mitigar el calor. Otros hicieron fila en un centro de atención médica _en su mayoría en busca de atención para sus lastimados pies.
Por primera vez, una rama del gobierno federal parecía ayudar directamente a los migrantes en su travesía en lugar de tratar de frenar la caravana. En este caso el Grupo Beta, la agencia mexicana de protección a los migrantes, brindó ayuda a los rezagados y distribuyó agua.
En la reunión vespertina cotidiana de la caravana en la plaza del pueblo, los coordinadores trataron de establecer una especie de código de caballerosidad.
Muchos de los migrantes han dependido de viajar de dedo para trasladarse de un poblado a otro en lugar de cubrir a pie todo el camino. Cuando los camiones se detienen son generalmente hombres jóvenes quienes corren para llegar primero. Mujeres con niños en brazos o empujando carriolas están en desventaja.
El sábado por la noche, una monja regañó a un hombre y pidió a las mujeres ser más agresivas al momento de buscar transporte. La monja agregó que la iglesia ayudaría a fin de que cinco camiones transporten sólo a mujeres con niños en la siguiente caminata a Niltepec, aproximadamente a 54 kilómetros (33 millas) de distancia.
“Para mí, yo pienso que es malo porque tiene que tener pareja, porque todos vamos luchando en el camino, hay que haber igualdad”, sostuvo Héctor Alvarado, de 25 años y originario de Atlántida, Honduras. Alvarado comentó que dejó a su esposa y su hija de dos años para tratar de ganarse la vida en Estados Unidos.
Rosa Bonilla viaja con su hija de 10 años y su hijo que pronto cumplirá dos años. Bonilla, madre soltera, comentó que nunca ha podido ganarles a los hombres un lugar en los camiones que se detienen, pero agregó que algunos hombres se aseguran de que las madres de familia logren subir al vehículo.
“No estoy de acuerdo que serían las mujeres con niños”, declaró al argumentar que debería permitir que también los esposos suban para proteger a sus parejas.
“Si nos vamos nosotros solas, cualquier cosa pueda suceder”, concluyó.
El gobierno mexicano parece estar indeciso entre impedir que los migrantes lleguen a la frontera con Estados Unidos o lustrar su imagen internacional en materia de derechos humanos.
El sábado, un centenar de policías federales con equipo antimotines bloquearon una carretera rural en el sur de México poco antes del amanecer para alentar a los migrantes a que soliciten asilo en el país en lugar de continuar la ardua marcha hacia el norte. El Presidente estadounidense Donald Trump ha exhortado a México a que no permita el arribo de la caravana a la frontera.
La policía les permitió avanzar después que representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos argumentó que los migrantes no se pondrían a pensar en solicitar asilo en un tramo de carretera rural sin sombra, baños ni agua.
Poco después de la reanudación de la marcha, funcionarios de gobierno les dieron una mano.
Martín Rojas, miembro de la agencia de protección de migrantes Grupo Beta, dijo que planeaban usar camionetas para ayudar a los rezagados a alcanzar el grupo principal.
Rojas dijo a la AP que había gente desmayada y heridos. Dejó a un grupo de mujeres y niños en Tapanatepec, donde pensaban pernoctar. Rojas los recogió en una carretera donde marchaban con temperaturas de hasta 40 grados.
La caravana todavía debe recorrer mil 600 kilómetros hasta llegar al cruce fronterizo más próximo, en McAllen, Texas. El viaje podría ser el doble de largo si los alrededor de 4 mil migrantes se deciden por el cruce Tijuana-San Diego como hizo una caravana similar a principios de año. Apenas unos 200 llegaron a la frontera.
El Presidente mexicano Enroque Peña Nieto lanzó un programa el viernes que promete refugio, atención médica, escuelas y trabajo a los centroamericanos que aceptan quedarse en los estados sureños de Chiapas o Oaxaca, lejos de la frontera con Estados Unidos.
La secretaría de Interior dijo que se han emitido números de identidad temporarios a 11 migrantes. Los documentos, llamados CURP, autorizan a los migrantes a permanecer y trabajar en México, y la secretaría dijo que había mujeres embarazadas, niños y ancianos entre los que se acogieron al programa y recibían asistencia en los refugios.